A falta de agua, Chihuahua vira al cultivo de uvas para vino

En busca de soluciones de largo plazo ante la escasez de agua, varios agricultores de Chihuahua ya experimentan con nuevos cultivos que dependen de menos recursos hídricos y con mayor potencial económico como la siembra de uva para vino.

El estado Chihuahua hoy es el cuarto productor agrícola nacional y parte de lo que produce es nogal y manzano, que requieren grandes cantidades de agua, por lo que esas tierras son susceptibles de convertirse en campos de uva, explicó Mónica Pinocelly, presidenta del Sistema Producto Vid de la entidad.

“Esta reconversión ayuda. Aunque no haya mucha agua, tenemos el beneficio de que con la vid el recurso hídrico que se necesita es moderado”, dijo en entrevista con MILENIO.

Actualmente, en la entidad hay 370.3 hectáreas dedicadas a la producción de uva para vino, 35 por ciento más que en 2018, cuando eran sólo 274 hectáreas, de acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) y Sistema Producto Vid Chihuahua.
Este incremento es superior al nacional, donde en los tres últimos años la producción creció 32.8 por ciento; hoy suman 8 mil 633 hectáreas.

Pinocelly detalló que se usa más agua cuando la vid empieza a brotar y cambiar de color; una vez que esto sucede el gasto hídrico es limitado. Además, con el uso de sistemas de riego por goteo, el proceso se hace más viable para la agroindustria.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) muestra que Chihuahua es el cuarto mayor productor de la industria agrícola nacional, representando 5.5 por ciento del volumen de producción, la cual tiene un valor de 42 mil 262 millones de pesos a 2021.

De acuerdo con Pinocelly, actualmente algunos empresarios de la región iniciaron pruebas piloto con una o dos hectáreas hacia dicha reconversión, aunque el estimado para una producción óptima, indicó, es de al menos cinco hectáreas.

“Se les está mostrando a los productores la diferencia de tener un cultivo a otro. A aquellos que quieren empezar a plantar se les está presentando las bondades de este”, agregó.

La presidenta del Sistema Producto Vid dijo que el estado cuenta con una amplitud térmica que les permite contar con uvas más concentrada s, con color y aromas distintos. Sostuvo que además de buscar fomentar la reconversión de cultivos, ante la crisis de agua que existe en el norte del país los productores de vino buscarán tener producciones más pequeñas.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los estados del norte Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas reciben 9 por ciento del agua renovable al año.

Actualmente, la venta de uva desde Chihuahua a otros estados representa 44.7 por ciento de su producción y se comercializa principalmente en Coahuila y Querétaro.

Un estudio realizado en 2009 por la Fundación Chile, refiere que 70 por ciento de la extensión de la región es apta para la producción de vino, en cinco zonas principales.

“La vid es una solución muy importante para cuidar la cantidad de agua que se tiene. Aunque existe un estrés hídrico, la explotación ahorita, comparada con otros sectores de agricultura en la entidad, es mucho menor. Tenemos ciertos beneficios porque ya sabemos cómo cuidar y trabajar con la poca agua que tenemos, y no hay una cantidad de productores tan grandes como en sitios como Ensenada, donde están más aglomerados que como lo vemos aquí”, dijo Pinocelly.

De acuerdo con cifras del CMV, actualmente hay 14 estados productores, los cuales destinan 37 mil hectáreas para la producción de las distintas variedades de uva que hay en el mercado, pero solo 8 mil 633 son para el fruto que se usa para hacer vino.

Con cifras a 2021, la producción nacional de uva para vino fue de 80 mil 607 toneladas, las cuales se transformaron en 400 bodegas de vino que hay a escala nacional.

Baja California es la entidad con mayor volumen de productores (170), seguido por Querétaro (41) y después Chihuahua (33).

El consumo nacional aparente es de 15 millones de cajas, de los cuales 50 por ciento son de producción nacional; se estima que el consumo per cápita de vino en México es de 1.2 litros.

El valor de la producción nacional de vinos ronda los 42 mil millones de pesos.