Arrancan campañas con INE bajo fuego

Toluca, Mex.- Aspectos de la jornada electoral en el Estado de Mexico donde mas de 10 millones de habitantes elegiran al gobernador del estado; la imagen de la casilla ubicada en la plaza Gonzalez Arratia, en el centro de la ciudad. Agencia MVT / Mario Vazquez de la Torre.

CIUDAD DE MÉXICO.– En medio de una tormenta de descalificaciones del partido en el poder en contra del Instituto Nacional Electoral (INE), hoy inician las campañas políticas en nueve estados, recta final del proceso electoral más grande en la historia de México.

Los comicios, que servirán como indicador de las preferencias ciudadanas rumbo a la elección presidencial de 2024, no sólo estarán marcados por el ataque al árbitro electoral por parte de Morena, sino, también, por las restricciones sanitarias implementadas para evitar contagios de covid-19 y por la polarización en dos bloques políticos: la coalición Juntos Hacemos Historia, integrada por Morena, PT y el Partido Verde, que competirá así en 183 de los 300 distritos uninominales, y Va por México, coalición formada por el PRI, PAN y PRD, con 219 candidaturas comunes.

El próximo 6 de junio estarán en juego 500 diputaciones federales y 19 mil 915 cargos locales, entre los que destacan 15 gubernaturas, 642 diputaciones locales de mayoría relativa y 421 de representación proporcional, así como mil 923 alcaldías.

DEFENSA DEL INE

Con la firma de 2 mil 387 personas, entre intelectuales, académicos, artistas, empresarios y políticos, este grupo salió en defensa del INE y en respaldo de los consejeros del árbitro electoral, ante la pugna de Mario Delgado en contra de este órgano autónomo.

La carta exige a todas las fuerzas y actores políticos que respeten las reglas que señalan la Constitución y las leyes electorales.

Entre los firmantes de la carta abierta están Roger Bartra, Sergio Aguayo, José Antonio Crespo, Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta, Gabriel Zaid, Rolando Cordera, Enrique Krauze, María Amparo Casar, Jacqueline Peschard, Gilberto Guevara Niebla, Carlos Heredia, Javier Oliva, Macario Schettino, Carlos Urzúa Macías, Julia Carabias, Jorge Castañeda Gutman, Agustín Basave, Jesús Zambrano, Cecilia Soto, Fernando Belaunzarán; José Woldenberg, Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés Zurita, exconsejeros presidentes del desaparecido IFE; Héctor Bonilla, Julieta Egurrola, Daniel Giménez Cacho. Todos ellos suscribieron en la carta fechada el 31 de marzo que:

“El INE es víctima hoy de expresiones difamatorias que buscan desacreditarlo. Debilitar la presencia pública de la autoridad electoral sólo beneficiaría a quienes se niegan a que el voto de los ciudadanos decida los resultados de las elecciones. Por eso, y por infundados, rechazamos los amagos recientes para desacreditar a los consejeros electorales”.

Distintos temas de la elección, la más grande en la historia de México, trascenderán al INE y terminará en la decisión que tomen los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que es la última e inapelable.

Una posibilidad es que el Tribunal deje correr la apelación de Morena de volver a tener más diputados de los que marca la ley, como sucedió en 2018, porque a final de cuentas el control de la Cámara de Diputados es lo que prevalecerá como médula de la elección.

Ya que es la fórmula para que desde San Lázaro la administración federal consolide las modificaciones legales que sustenten definitivamente la cuarta transformación, pero también porque a esa nueva legislatura le tocará en 2023 la nominación de cuatro de los once consejeros del INE, entre ellos Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, esto de cara a la elección presidencial de 2024.

En un comunicado, Morena estableció que, ante la determinación del INE sobre la representación en la Cámara de Diputados, el partido “…ha recurrido a la máxima instancia electoral para que el INE rectifique y actúe sin arbitrariedad y con congruencia, dado que es la autoridad responsable de garantizar procesos electorales libres, equitativos y confiables”.

En el contexto de esa elección también están los conflictos internos de Morena, por la anulación de distintas candidaturas. Una de ellas, la más mediática, la de Porfirio Muñoz Ledo.

Quizá en la recta final de su carrera política, Muñoz Ledo, que es uno de los sobrevivientes de la política mexicana de los años setenta, cuando militaba en el PRI y ese partido era absolutamente nacionalista y que sigue en circulación —otro es Augusto Gómez Villanueva, del PRI—, fue bloqueado por Mario Delgado para reelegirse como diputado federal.

Este nuevo choque entre Delgado y Muñoz Ledo es la continuación del que ambos tuvieron en octubre de 2020 cuando disputaban la dirigencia nacional de Morena. Hubo un empate técnico en una encuesta, pero en el desempate, Delgado fue ungido con líder de Morena.

Muñoz Ledo se ha convertido en factor en el proceso electoral que inicia hoy y que tiene programado terminar las campañas políticas el 2 de junio, cuando el expriista, experredista, expetista, excandidato presidencial por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana en el 2000, impugna a Delgado señalando que el líder de Morena miente sobre la selección de consejeros, que él mismo condujo en la Cámara y exige la extinción del árbitro electoral, con amenaza de juicio político.

También en su cuenta de Twitter, Muñoz Ledo deja en blanco y negro el fundamento de esta pugna electoral –que contempla la transmisión de 19 millones y medio de promocionales en radio y televisión de todo el país–, al considerar que la actuación de Mario Delgado se debe a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación “acaba de mandar al Instituto fiscalizar la opacidad y el uso escandaloso de recursos durante su campaña por la presidencia de Morena, en la que fui atracado. Pretende ejecutar a la autoridad, antes de que lo declare ratero”.