Caminó por 15 días migrante: “Fue un infierno que no le deseo a nadie”

 

Ciudad Juárez, Chih.- Rafael Méndez Marín, de 28 años, llegó a esta frontera y cruzó indocumentado hacia Estados Unidos por la zona de Anapra, con el objetivo de llegar a Nueva Jersey y cumplir de esta manera el sueño americano.

El joven, originario de Altotonga, Veracruz y estudiante de la carrera de Gastronomía, buscaba lo que, dijo, en su ciudad no podía tener: un empleo bien remunerado.

Durante 15 días Rafael caminó día y noche por el desierto del Estado de Nuevo México, alimentándose con latas de atún y agua, mientras que el calor del día, el frío de la noche y el cansancio, comenzaron a hacer estragos en su cuerpo.

Los pies del joven se llenaron de ampollas al grado que ya no pudo caminar.

“Fue un infierno que no le deseo a nadie”, expresó.

Después de pasar esa travesía, Rafael fue detenido por la patrulla fronteriza y deportado a México por esta frontera, por lo cual fue recibido por el grupo Beta quien lo canalizó a la Dirección de Derechos Humanos, lugar donde lo auxiliaron realizándole curaciones, pues aún no puede caminar debido a las lesiones en los pies.

La misma dirección se encargó este día de apoyarlo con una silla de ruedas a fin de que la use de manera temporal.

El titular de la dependencia municipal Rogelio Alejandro Pinal Castellanos, señaló que el hombre fue enviado al hotel filtro, donde permanecerá hasta que haya sanado y pueda viajar a su lugar de origen.

“Me voy a regresar a mi estado”, mencionó el joven quien además recibió en Derechos Humanos un kit de alimentos y de higiene, así como un boleto para regresar a su ciudad.