CIUDAD DE MÉXICO.- La economía mexicana se contrajo 0.1% en 2019, la primera tasa negativa en la última década, de acuerdo con la estimación oportuna del PIB realizada por el Inegi.
La caída de 1.7% registrada en el sector industrial no pudo ser compensada por los avances en los sectores agropecuarios (2.1%) y de servicios (0.5%).
La desaceleración registrada a inicios de 2019 no pudo revertirse hacia el final de año, pues en el cuarto trimestre la economía no creció respecto al trimestre previo y a tasa anual el retroceso fue de 0.3%, ligando tres trimestres consecutivos con caídas a tasa anual. Esta situación tampoco se veía desde 2009.
Para el equipo de análisis de Banorte, la economía estuvo afectada por factores como la típica moderación asociada al primer año de un nuevo gobierno, que frena el gasto público.
También influyeron choques temporales como el desabasto de combustibles, bloqueos férreos, huelgas en algunas empresas y suspensión de proyectos de infraestructura”, dijeron.
La economía mexicana se contrajo 0.1% en 2019, que no sólo representó la primera tasa negativa en la última década, sino también fue el peor primer año de gobierno desde 2001, es decir el primer año de Vicente Fox, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) retrocedió 0.4%, revela la estimación oportuna del PIB del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El lastre económico del año pasado lo representó el sector industrial, cuya caída de 1.7% no pudo ser compensada por los avances en los sectores agropecuarios (2.1%) y de servicios (0.5%).
La desaceleración económica de inicios de 2019 no se pudo revertir hacia final de año, pues en el cuarto trimestre, la economía no creció frente al trimestre previo, y a tasa anual el retroceso fue de 0.3%, ligando con ello tres trimestres consecutivos con caídas a tasa anual, situación que tampoco se veía desde 2009.
El Producto Interno Bruto se define como la producción de bienes y servicios en un país. Su crecimiento está asociado a mayor empleo y mayores ganancias de las empresas.
FACTORES
El equipo de análisis de Banorte consideró que en general, la economía estuvo afectado por varios factores, entre ellas la típica moderación asociada al primer año de una nueva administración federal, que frena el gasto público. “También influyeron choques temporales como el desabasto de combustibles, bloques férreos, huelgas en algunas empresas, y suspensión de proyectos de infraestructura”, dijeron.
Finalmente, expresaron que la incertidumbre comercial y las dificultades para aprobar el T-MEC afectaron al sector manufacturero.
Por su parte, analistas de México ¿Cómo vamos? afirmaron que la contracción económica de 2019 no se explica tanto por factores externos, debido a que las tensiones globales no mermaron el desempeño de otras economías como EU, China, Brasil o India.
Consideraron que fueron factores internos los que ocasionaron la caída del PIB de México. Tal es el caso del retroceso a la caída de la inversión, cuyos componentes público y privado retrocedieron a lo largo del año, reflejando con ello el freno al gasto público, por un lado, y la incertidumbre del sector privado acerca de las reglas de juego y el clima de negocios, en particular en infraestructura y en el sector energético, por el otro.
HACIA ADELANTE
El grupo financiero Monex afirmó que, esperan que en 2020 “las condiciones para el crecimiento mejoren en función de una menor incertidumbre que facilite la recuperación de la inversión, una mayor capacidad de operación del gobierno, el efecto calendario por ser año bisiesto y las bases de comparación más favorables”.
Scotiabank afirmó que si se logra implementar de manera ágil el T-MEC, una vez ratificado en Canadá, si la economía de EU crece más de lo previsto, si se anuncian medidas de política económica convincentes, se logra reactivar la inversión pública; y el plan de infraestructura detona inversiones necesarias, “podría haber un mayor dinamismo económico respecto al que prevemos, que es 1.0% este año”.
