Las agencias de seguridad estadunidenses destinan importantes esfuerzos para detener el tráfico de armas de alto calibre hacia México, pues esto fortalece a los cárteles de la droga que importan sustancias controladas hacia su país.
Una de sus mayores preocupaciones son las armas semiautomáticas de grueso calibre, específicamente las de calibre .50, como los rifles Barrett, altamente buscadas por narcos mexicanos -conocidos como ‘matapolicías’.
Armas con un alcance de 3 kilómetros, efectivas contra objetivos blindados y capaces de hasta derribar helicópteros con gran precisión.
Solo en 2019, la Secretaría de la Defensa Nacional aseguró 65 rifles Barrett, mientras que en 2020 aseguró 39 solamente en los primeros ocho meses del año.
Y es que los traficantes de armas han encontrado varios métodos para lograr introducir Barretts a México, a pesar de sus dimensiones, mayores al metro de largo.
Estos son los métodos para traer las armas en México
MILENIO pudo acceder a investigaciones de diversas agencias estadunidenses, como la DEA, la ATF y el FBI, que detallan esos métodos: comprarlos a poseedores de licencias de portación de armas, enviarlos por partes, borrarles los números de serie y probar suerte en los puertos fronterizos con México. Y es que por cada rifle vendido, los traficante obtienen unos mil 600 dólares de ganancia.
Los rifles son obtenidos en estados donde es relativamente sencillo conseguir armas, debido a lo laxas que son las regulaciones, pues no se piden permisos especiales ni se exige tiempo de espera para la entrega de armas, como Virginia, Indiana o Florida. Luego son transportadas a estados fronterizos como Arizona o Texas para facilitar su llegada a México.
A finales de 2017, Robert Haught, un ciudadano estadunidense, se declaró culpable por haber adquirido al menos 54 armas automáticas, la mayoría de ellas rifles Barrett calibre .50, para después entregarlas a personas en Texas, que después venderían las armas a miembros de cárteles en México.
Haught de hecho explicó que las armas las compraba, junto con su esposa y su cuñado, a petición de los compradores en México. Y que se trataba de una empresa familiar, pues sustituyó a su hermano luego de que fue arrestado y encarcelado por posesión de drogas.
De acuerdo con estas investigaciones, las armas “preferidas” por los narcos mexicanos, además de las Barrett, son los fusiles M16, los AR15 y los modelos derivados de los fusiles de asalto soviéticos AK-47.
Y se ha logrado identificar gracias a las armas que son aseguradas a narcotraficantes, así como las que son encontradas en escenas de crimen.