¿De miedo? Polémica granja de bebés criaría 30 mil seres humanos al año

La primera instalación de una matriz artificial del mundo, EctoLife, podrá criar 30 mil bebés al año, se basa en más de 50 años de investigación científica innovadora realizada por investigadores de todo el mundo y la noticia ya está causando polémica a nivel mundial.

EctoLife es el proyecto científico más arriesgado que se ha trazado el ser humano.

Todas las ideas de ciencia ficción se quedan cortas ante este proyecto científico y tecnológico que plantea la creación de una fábrica de bebés que se gestan en úteros sintéticos.

El Centro de Úteros Artificiales EctoLife, con sede en Berlín, Alemania, presentó un nuevo modelo de paternidad en el que se combinarán óvulos y espermatozoides, a través de la fertilización in vitro.

Hashem Al-Ghaili, es el creador de este concepto de cápsulas de crecimiento. Este proceso de selección de fetos permitirá a los progenitores “diseñar genéticamente su embrión antes de implantarlo en el útero artificial”, mediante el uso de la herramienta de edición de genes CRISPR-Cas 9, y con esto cabría la posibilidad de obtener bebés mucho más sanos que los de la actualidad, pues se podría “arreglar cualquier enfermedad genética hereditaria que sea parte de la historial familiar para que el bebé y su descendencia vivan una vida sana y cómoda libre de enfermedades genéticas”.

Esta herramienta de edición ya se ha utilizado “para corregir una mutación genética en embriones humanos que está relacionada con una afección conocida como miocardiopatía hipertrófica, que hace que el músculo cardíaco se vuelva más grueso”, comentó el científico.

El proyecto también haría uso de de la tecnología de Inteligencia Artificial (IA), que daría a cada bebé “nutrientes personalizados adaptados a sus necesidades y podría monitorear las características físicas e informar cualquier anomalía potencial por desviaciones de la gestación normal”.

En el video que acompaña la promoción de EctoLife se muestra cómo cientos de fetos podrían crecer en úteros artificiales bajo un ambiente controlado y con tecnología que estaría a la disposición de los padres para controlar su desarrollo.

Los padres podrían seguir todas las incidencias de la gestación, además, mediante sus teléfonos celulares.