*POLÍTICOS DE PACOTILLA
*LA DESGRACIA QUE VIENE CON LA MIGRACIÓN
Va quedando claro, que sean del partido que sean, los políticos han utilizado a Ciudad Juárez sólo para promoverse en imagen, pero a la hora de la hora terminan traicionando a la ciudad.
Les parece muy bonito arrancar aquí sus campañas, gritonearle a Estado Unidos desde esta frontera y prometerle que “ahora sí”, le darán lo que en justicia le corresponde.
El tiempo pasa y cuando es momento de recibir respaldo absoluto, respuestas contundentes, recursos para detonar la ciudad como gran metrópoli, le dan la vuelta, la niegan tres veces y se ponen un bozal para hacer como que no existe.
Políticos de uno y otro bando, son siempre lo mismo. Han demostrado que no hay excepciones, por eso los ciudadanos los repudian, cuando les reconocen su verdadero rostro.
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Hablando de políticos de vergüenza, al que le salió lo arrabalero fue a Miguel Riggs, el diputado panista, a quien señalan como el que reta a golpes a un ciudadano.
Con un lenguaje florido, se comunica con un ciudadano vía telefónica y ambos de dicen varias cosas, pero llama la atención como un legislador se muestra incapaz de controlar sus actitudes y se prende al grado de querer agarrarse a golpes.
Hasta cita a su interlocutor en el parque Revolución, para demostrar que no es tan “c…o” como él.
Riggs quiere suceder a Maru Campos en Chihuahua y toda su confianza está en que Javier Corral lo impulse para ser el candidato en la capital.
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Lo que ha sufrido Ciudad Juárez en materia de migración, habría sido poco, en comparación a lo que viene.
Calculan que de manera simultánea, habría en esta urbe fronteriza casi 80 mil centroamericanos, cubanos y de otras nacionalidades en espera de que les resuelvan su solicitud de asilo político en Estados Unidos.
Dicen que se prevé que hasta 500 personas diarias soltarán los vecinos hacia Juárez en las próximas semanas y aquí podría ser caótico, porque no hay dónde albergarlos ni recursos suficientes para atenderlos.
AMLO se ha mostrado muy benevolente con los migrantes, pero sólo de dientes para afuera, porque le ha dejado la carga a las autoridades locales.
