DESENTUERTOS: ALE DE LA VEGA ACAPARA VENTA DE GASOLINA

*SE LES OLVIDA EL NOMBRE DE JUAN CARLOS LOERA

*TERMINAN COMO FANS REGIDORES DEL PAN

Según reportan, la estrategia que ha hecho una de las empresas de la familia De la Vega, con Alejandra a la cabeza, ha despuntado fuerte en Juárez.

Mencionan los que andan metidos en el negocio, que la campaña que se ha hecho a través de Arco, ha redituado bien a la influyente titular de la Secretaría de Innovación del gobierno estatal.

Como hay muy mala fama con la gasolina que se expende de este lado, a De la Vega le funcionó bastante que digan que es gasolina importada de Estados Unidos.

Afirman que a los competidores de De la Vega se les ha caído la venta en hasta un 60 y 70 por ciento, lo cual ha de ser muy duro.

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Gustavo “El Pichú” de la Rosa Hickerson puso en apuros a los que asistieron a la graduación del Programa EMMA: Modelo de Educación para Menores con Maduración Asistida el pasado viernes.

No les avisaron a todos y de buenas a primeras, en la ceremonia donde varios jóvenes recibían sus diplomas, llamaron de improviso a casi todos los que ocupaban el presídium. Así que los pusieron a parir cuates porque nadie les avisó de dicha encomienda.

Así tuvo que hablar además del alcalde y la sub secretaria de Educación, Judith Soto, el magistrado Tulio Cano y hasta el capitán segundo que acudió en representación del Comandante de la Guarnición de la Plaza.

Lo llamaron como “El Capitán Sixto”, así nomás, para que dirigiera unas palabras.
En el caso del delegado federal Juan Carlos Loera de la Rosa, ni su nombre tenían registrado, pero humilde el funcionario pasó y habló. Todo se le perdona al tío “Pichú”, habrá pensado.

En las sillas de los asistentes al evento también hubo desastre, porque no les acomodaron inicialmente sillas a los graduados. Solamente a los invitados, pero a algunos como la diputada de Morena Francis Mendoza Berber, de plano la mandaron hasta mero atrás, con el populacho.

En el caso del diputado local Benjamín Carrera, colocado también el sillerío, mejor se paró a medio evento y se fue.

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A propósito de los actuales regidores del PAN que dieron su voto a favor del proyecto Juárez Iluminado, del presidente Armando Cabada, sale a colación que no han sido los únicos panistas que han cedido y, de ser oposición, se han convertido –algunos- en fervorosos fans del presidente en turno.

Por ejemplo, en los tiempos de Héctor Teto Murguía, el edil Héctor Hernández se les volteó a sus compañeros de fracción y terminó por ser fiel aliado del priista que gobernaba.

En la anterior administración de Cabada, también el extinto regidor Hiram Contreras y su compañero Eduardo Fernández Sigala, terminaron por ser fuertes adeptos del alcalde, pese a que al inicio de la primera administración, estaban confrontados con todo y las discusiones en las sesiones de Cabildo eran el pan nuestro de cada día.

Así que los chaqueteos de los panistas no son nada nuevos. Ahora les toca al parecer a Enrique Torres y a Amparo Beltrán, sabrá Dios en calidad de qué, porque al menos la dama, destacó al principio por sus rudas intervenciones en las sesiones de Cabildo.