*NI PERCHERÓN SALVÓ A AMLO
*HÉROE ENTRE NOSOTROS
Lo que no ha podido lograr con grillas baratas y mensajes viscerales en redes sociales, lo quiso lograr esta vez con sonrisitas, fotos y abrazos hipócritas.
Si, nos referimos a Javier Corral, quien antaño creyó que mantener una campaña de golpeteo podría redituarle en algo, pero vio que no lograba nada, cambió ahora y se puso meloso con el presidente López Obrador.
Pese al claro cambio de actitud, no consiguió el gobernador de Chihuahua cambios sustanciales, porque aún así los chihuahuenses lo abuchearon y no faltó el que le gritara: ¡huevón!
En otra visita que hizo el Peje al estado y que también abuchearon a Corral, éste último dijo que aguantaría otros tantos abucheos si lograba el apoyo para la construcción de los hospitales de cancerología y especialidades, pero el tema ya está muy manoseado y quién sabe si se vaya a materializar.
Nomás falta que ahora le haya pedido tras bambalinas dinero para construirle el estadio a su funcionaria favorita: Alejandra de la Vega, para que lucre con el equipo Bravos.
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Aunque haya montado un percherón bailador, ni eso lo salvó del enojo de los empresarios de Juárez, que andan enchilados porque los mandó por un tubo y nomás no cumplió con el acuerdo hecho el 5 de enero, de que regresaría a evaluar el Decreto que bajaría el IVA, el ISR y los combustibles.
Han sufrido las empresas en los últimos meses por la crisis migratoria, y ni por eso se dignó venir el “cabecita de algodón” a Juárez, donde está todo el refuego y la caldera hirviente.
Mejor se fue a municipios casi casi ejidales como los son Camargo y Ojinaga, mientras acá urgen respuestas.
Los líderes empresariales están desencantados, la verdad, porque tampoco hay claridad sobre la forma en que responderá la federación ante la nueva crisis que se avecina, con la llegada de miles de migrantes que manden los Estados Unidos por Juárez, a quienes hay que alimentar, tenerles cama y techo, así como servicios de salud, seguridad, entre otros.
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Pese a todo, en Juárez siguen dándose casos de heroísmo, como lo fue el guardia de seguridad que prefirió morir por proteger a sus custodiados.
Sicarios llegaron en un automóvil al fraccionamiento residencial San Pedro, pero se toparon con un celoso vigilante, que no les permitió el paso para que fueran con la aparente intención de ejecutar a uno de los residentes.
Así que al causar el enojo de los gatilleros, lo privaron de la vida de forma inmediata.
De entrada alguien tiene que ver si dicho guardia tenía hijos o esposa, porque merecen una indemnización al menos, por el acto heroico de dicho hombre.
