*MARU CAMPOS ANDA DESATADA
*CABADA CONVERTIDO EN ‘PAPAS FRITAS’
*¿PIDIÓ PERDÓN LOERA A CORRAL?
*PREVÉN VENGA UN AMLO VENGATIVO
La alcaldesa de Chihuahua, Maru Campos, anda encampañada en Juárez.
Anda metidísma en los terrenos de Armando Cabada.
Se siente soñada porque la mayoría de las encuestas ya la ponen arribita de Cruz Pérez Cuéllar de Morena.
Así que ya se la creyó la ex diputada y no piensa ceder un ápice, hasta conseguir ser nombrada la candidata a la gubernatura por su partido el PAN.
Aguanta bara los arrimones de lumbre que le hace el gobernador, quien está empeñado a su vez en poner de “candiCorral” a Gustavo Madero.
La cosa política va poniéndose más color de hormiga.
Agarró nuevos bríos el sábado, luego de que bajaron el punto de acuerdo en la sesión de consejo estatal del PAN, para analizar lo de las posibles alianzas con otros partidos.
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El que pasa por buen momento político es el alcalde de Juárez, Armando Cabada, quien en una de esas se convierte en el protagonista de la película, este próximo viernes.
Si Corral no está presente, el independiente pudiera ser ‘el papas fritas’.
Y aún si está presente el gobernador, tampoco se descarta que lo inviten solamente a alguno de los eventos, y luego le apliquen la de Vicente Fox a Fidel Castro: “comes y te vas”.
Como sea, pero que se arreglen las cosas, porque luego quienes pagan los platos rotos con esas diferencias, son los juarenses o chihuahuenses en general.
El viernes, se tiene contemplado que AMLO acuda a seis inauguraciones de obras hechas con recursos federales.
Las obras son: Paseo de las Luces, Centro de Salud B, centro comunitario en Zaragoza, Polideportivo de la Montada, Parque Revolución, así como un parque extremo y centro comunitario en Tierra Nueva.
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Parece que ya perdonó Javier Corral, a Juan Carlos Loera de la Rosa.
Extraño, pero así lo dio a entender ayer en los encuentros con la prensa.
Según el gobernador, el super delegado no es un mal tipo, sin embargo tuvo que acusar así de forma tan radical, porque fue la orden que le dieron y tuvo que obedecer. Aquello de la obediencia ciega.
Hace unos días Loera dijo que detrás del conflicto por el agua de las presas y las protestas de los productores, estaba el titular del poder Ejecutivo en Chihuahua.
Ya no se supo si fue el propio funcionario federal, quien se acercó a Corral, para pedirle disculpas y justificarse, pero todo parece indicar que así fue.
Así que de cualquier manera el super delegado ya se tuvo que tragar los adjetivos que le lanzaron: ausente, mudo, rastrero y traidor. Se oyen muy feos.
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Y hablando de perdones, en unos días se verá si AMLO tiene ese mismo corazón noble, como para perdonar al propio Javier Corral, luego precisamente, de esos sinsabores que han tenido.
Vendrá el presidente de la república a Ciudad Juárez el próximo viernes 2 de octubre, día de la matanza de Tlatelolco.
A ver si le corren la invitación al gobernador, pero de cualquier manera se vio que éste último ya le bajó dos rayitas a la confrontación, porque tal vez si esté presente y tendrá entonces que sonreír como si nada hubiera pasado.
Mejor empieza a suavizar las cosas desde ya, para que la humillación sea más leve.
