*PIDE ‘EL CABALLO’ LOZOYA DINERO PRESTADO
*ERNESTO GUEVARA A VIVIR EN EL ERROR
*NO FUE NECESARIO UN GOLPE DE ESTADO DE LOS MILITARES
El hackeo de celulares ya se volvió una tendencia en la comunidad de ratas, de tal suerte que a muchos personajes de la vida política también les ha tocado ser víctimas.
Ahora le tocó al Caballo Lozoya.
Sus amigos empezaron a avisar que el ex alcalde de Parral fue víctima de los delincuentes cibernéticos, de tal forma que no fueran a caer en sus garras.
Generalmente esos hackeos son para enviar mensajes a los contactos y pedirles dinero “prestado”.
Muchos caen en estas trampas, por lo cual avisaron a los que pudieron.
Así que si el boyante empresario le pidió prestado unos centavos desde el watshapp, no le vaya a depositar.
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Apenas decíamos en este espacio que era probable que el director de Servicios Públicos Municipales, Ernesto Guevara Vázquez, fuera removido de su cargo, cuando se anunció su salida.
Fue el propio alcalde, Cruz Pérez Cuéllar, quien dio a conocer la noticia.
Aquí el detalle es que no pensaba el presidente dejarlo fuera del presupuesto, para que viviera en el error, sino que lo iba a nombrar en el área de Atención Ciudadana, tras el enroque de Hugo Vallejo que se fue a Desarrollo Social.
Afirman que Guevara Vázquez se puso digno y en lugar de aceptar humildote el nuevo nombramiento, optó por rebelarse y por sí mismo decidió poner pies en polvorosa.
El área más señalada por los juarenses, con más baja calificación en la administración, era precisamente Servicios Públicos, según un estudio del Plan Estratégico de Juárez, así que el alcalde Cruz al perecer se puso en sintonía y sacó a Guevara de ahí, pero ya la renuncia voluntaria al gobierno vino después. En fin.
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Dice don Leonel Reyes Castro que lo que se vive actualmente en el país, es una “tragedia mexicana”, porque no fue necesario un golpe de estado por parte de los militares para llegar al poder. No.
Bastó que un par de partidos políticos decidieran entregarlo voluntariamente.
Aliados, Morena y el PRI se conjuraron para abrirles la puerta, darles la llave y el garrote para que sean dueños del país.
