*PISOTEA MARU A LA SANTA MUERTE
*EN LA MISMA MESA JUAN CARLOS LOERA, CRUZ Y GOBERNADORA
*¿Y EL CASTIGO A LOS RESPONSABLES?
Como acto simbólico de Maru Campos en el Cereso estatal 3 estuvo bien.
Frente a todos los periodistas y funcionarios de gobierno, la gobernadora pisoteó una efigie de la Santa Muerte.
Quiso decir que los pandilleros ya no van a tener el control del penal, como siempre ha sido.
Ojalá que no quede nomás en proyecto, porque la verdad se ven totalmente debilitados como autoridades, cuando permiten tanto privilegio a los reos, quienes pueden tener prácticamente lo que quieran, desde ropa diferente, comida, teléfono celular, armas largas, droga y las visitas que quieran.
Hacer una carne asada, tener un rodeo con toro mecánico, fiesta con grupo musical, licores, cigarros. Prácticamente lo que quieran, previo pago a alguien.
Eso de que había un túnel por donde entraban o salían personas rebasan todo límite.
Vaya, eso de que en los años 2010 salían hasta sicarios a matar gente a las calles de Juárez y luego regresaban al Cereso, ya no parece que sea una leyenda.
Todo cobra visos de realidad.
Así que si en serio van a tener el control del Cereso, será digno de aplaudirse, pero si la corrupción va a cambiar nomás de manos, pues ahora si estamos fregados.
Por lo pronto el beneficio de la duda para la Policía Estatal y el titular Gilberto Loya. Seguiremos pendientes del tema.
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Un aspecto importante en esta trama del Cereso local, es que debe verse que haya consecuencias.
No es solamente que la corrupción haya sido descarada, sino que se cobraron vidas humanas.
Para empezar, con la fuga de 30 reos encabezados por El Neto, líder de Los Mexicles, se entiende que hubo una red de complicidades.
Luego, 10 custodios y siete internos fueron asesinados adentro entre el 31 de diciembre y el 1 de enero.
Ciertamente debe entenderse que lo más seguro es que el director del Cereso tenía conocimiento de lo que ocurría, de todo lo negativo. Y de los posibles beneficios pues quedan a cargo las autoridades investigadoras.
Las indagatorias deben avanzar y se debe sancionar a los cómplices de tanta corrupción.
El asunto es que por todo se cobraba adentro, hasta a los familiares de los reos los tumbaban con 200, 300 pesos por cada visita de fin de semana.
Así que la polla carcelaria era un negocio impresionante. ¿A dónde iría a parar el dinero? ¿Ya todas esas irregularidades se acaban por decreto?
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A propósito del tema del Cereso de Juárez, también se observó este lunes un rasgo de civilidad política.
Para nadie es un secreto que el delegado de Programas del Bienestar, Juan Carlos Loera de la Rosa, tiene diferencias muy marcadas tanto con la gobernadora panista Maru Campos, como con el propio alcalde morenista de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.
Se olvidó por un momento de sus diferencias y acudió a la reunión de la Mesa de Seguridad estatal realizada en los patios del Cereso 3.
Compartió espacio con los dos referidos, aunque también quedó claro que se sentó lo más alejado posible de ellos.
En el boletín elaborado por Bienestar sí se mencionó a la gobernadora por su nombre, pero en el boletín estatal se evitó poner el de Loera y hasta la foto de él se eliminó.
Las cosas no se han arreglado del todo.
