*EXPLOTAN A MIGRANTES EN JUÁREZ
*PA’ FUERA POR MAÑOSOS, LÍDERES DEL SUTM
Si en la política existe la guerra sucia, en el mundo empresarial también.
Bueno, en esa área le llaman competencia desleal.
En ese contexto es que se da una guerra entre empresas gasolineras de Ciudad Juárez, luego del cambio de nombre que le dieron a la empresa Arco, cuyos propietarios son los miembros de la familia De la Vega, con Alejandra como cabeza.
Primero, como bien lo documentó la columna Desentuertos, los gasolineros se quejaron de que Arco estuviera basando su campaña en medios, con el dato de que el combustible que venden es importado de Estados Unidos.
La gente de Onexpo, firmó la campaña para contrarrestar el dato, donde le dijeron a los juarenses que desde hace 20 años la gasolina es importada de dicho país vecino, así que no se dejaran engañar.
Pues bien, para frenar el avance con eso que consideraron una competencia desleal, luego los gasolineros interpusieron amparos y lograron que un Juzgado les cerrara dos de las estaciones a Arco, por considerarlas riesgosas o peligrosas. Estaban cerca de gasolineras ya establecidas.
Luego ayer salió a decir Lupita De la Vega, que los de la competencia venden litros incompletos y que no quieren aceptar que Arco ya se posicionó por su buen servicio, calidad y modernidad.
La cosa es que dos gasolineras de Arco ya fueron clausuradas y ojalá la guerra entre empresarios no escale a niveles más vergonzosos.
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Los migrantes que están por miles en Juárez, están en riesgo de ser víctimas de explotación por parte de los mexicanos y ese tema nadie lo revisa.
Según las quejas principalmente de cubanos y centroamericanos, algunos juarenses los han estado empleando de manera informal, pero aprovechando que no tienen los documentos para laborar legalmente, les pagan una baba y en algunos casos ni les pagan.
Es decir, les aplican la misma técnica abusiva que los estadunidenses les aplican a los mexicanos y de otras nacionalidades, cuando estos no tienen documentación en regla para trabajar.
Los migrantes sienten que no tienen quién los defienda ni los oriente, que en pocas palabras no tienen derechos aquí.
Muchos si hacen su esfuerzo para sobrevivir, mediante el trabajo honrado, pero desgraciadamente no falta el empleador abusivo, que ve la oportunidad de ganar un peso más, a costillas de los migrantes.
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La buena noticia es que los líderes del Sindicato Único de Trabajadores del Municipio (SUTM), han sido separados de la nómina municipal, pero la mala es que siguen dirigiendo dicho organismo y los empleados adheridos les seguirán obedeciendo por tiempo indefinido.
Las acusaciones que tienen son graves y no sería justo que siguieran laborado, sin enfrentar las consecuencias de sus actos.
Primero, en mayo pasado, Arturo Silva Doray Lícera y Carlos Villegas Ríos, secretario general del Trabajo y tesorero del SUTM, respectivamente, fueron corridos del Municipio, al ser acusados de hostigamiento sexual.
Y ahora, les siguió el caminito el secretario del Trabajo del SUTM, don Héctor Cano Villela, uno de los que han hecho y deshecho en el gobierno desde hace décadas.
Ahora se verá si el Sindicato elige a nuevos dirigentes y se oxigena de una vez por todas.
