*¿SHEINBAUM INAUGURA LOS ABRAZOS A LOS DELINCUENTES?
*INICIA ERA DE NUEVA SUPERDELEGADA
*ABRE HOSTILIDADES LOERA CONTRA CRUZ PÉREZ CUÉLLAR
Bien se dijo que AMLO dejó un país en llamas. No era en sentido figurado.
Los escenarios de guerra se siguen manifestando en diferentes rumbos del país, donde no faltan los ataques cobardes a las figuras de autoridad.
En las últimas horas, los mexicanos volvieron a sorprenderse, al ser testigos de cómo los narcos le cortaron la cabeza a un alcalde del municipio de Chilpancingo y la pusieron arriba de un automóvil, luego de lo cual le tomaron fotografías y las difundieron por redes sociales.
A su vez, una presidenta municipal y un presidente de un municipio -los dos de Sinaloa- fueron despojados de sus vehículos en la carretera, para dejarlos literalmente a pata.
Civiles armados los pararon y les arrebataron los vehículos.
Luego se dieron a la fuga con total impunidad.
Ese es el estado que guarda la seguridad de México, con una presidenta que heredó compromisos que hizo su antecesor con los grupos del crimen organizado y que ahora demandan tener la misma política de abrazos y no balazos.
Sheinbaum habrá de demostrar si es más de lo mismo, de componendas con los criminales, o si es de las que le atorarán al combate al crimen, como lo demanda la mayoría de los ciudadanos mexicanos.
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Mayra Chávez, la nueva representante de los programas del Bienestar en el estado de Chihuahua, se presentó ante medios de comunicación, en una primera aproximación.
Sin duda le sabe a la política, porque ya fue presidenta del PRI en Juárez y fue diputada local.
No es bien vista por un sector de los morenistas en la entidad, los que tienen cierta alianza con Juan Carlos Loera de la Rosa.
Sin embargo se trata de un nombramiento hecho directamente por Ariadna Montiel, así que tendrán que apechugar o apechugar. Sólo hay de dos sopas y una ya se acabó.
Hay esperanza en Chávez, de que pueda construir una relación política con los gobiernos municipales y el del Estado, más allá de los partidos de donde hayan emanado.
De Loera nunca se pudo esperar algo así, ya que distinguía entre los morenistas y los que no. Incluso al gobierno de Juárez también le puso trabas a pesar de ser morenista, así que ni una buena relación pudo lograr con Pérez Cuéllar.
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Hablando de Loera de la Rosa, ya sacó otra vez las uñas y dientes y empezó a pelear con la gente de su propio partido.
Así como lo hizo anteriormente, reinició hostilidades contra el presidente de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.
Realmente sólo hubo tregua en época de campañas políticas, pero ya que se asentó bien, ahora vuelve a las andadas.
El alcalde ha sido blanco de diversas grillitas por parte de Loera.
Sin embargo si algo tiene Cruz es que no se achicopala, habiendo sido formado en ambientes hostiles, con adversarios del tamaño de Patricio Martínez o del propio Javier Corral, a quienes les llegó a poner buenos tatequietos.