DESENTUERTOS: SIGUEN CAYENDO ALFILES DEL EX

*SIGUEN CAYENDO ALFILES DEL EX
*GENTE DE MARU COMIENZA A DESPLAZAR A LOS OTROS
*CAOS POR LAS VACUNAS PONE EN ENTREDICHO A LOERA
*NO CONVENCIÓ A TODOS EL SEÑOR THOR

Poco a poco van cayendo los peones de Javier Corral en Juárez. Tal es el caso del doc Arturo Valenzuela Zorrilla, a quien amablemente le pudieron que tirara la toalla.

Era el director médico de la Zona Norte, cuyo único mérito fue ser compita de una de las funcionarias favoritas del gobernador.

Valenzuela Zorrilla salió de la Mesa de Seguridad, donde era del equipo de Alejandra de la Vega.

Por cierto que en la Mesa de Seguridad después colocó De la Vega a Guillermo Asiain, el cual todavía permanece cobrando.

Seguramente también Maru Campos colocará a gente de su confianza en dicha organización.

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Se dice que el estilo rudo de Thor Salayandía, no gustó a todos los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial.

La verdad es que es sí es muy bravo el presidente de Canacintra y va directo contra las mismas autoridades, en exigencias claras, pero justas.

No obstante, algunos líderes empresariales prefieren el trato suavecito, de apapacho con los gobernantes en turno y le hacen el feo a los personajes como el referido.

Ahora con Fabiola Luna, de Index, al frente del CCE, esperan que sea un liderazgo que sume más, en lugar de ser de confrontación.

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Juan Carlos Loera de la Rosa está obligado a poner orden en la aplicación de las vacunas en Juárez.

Pese a que quiso zafarse y endilgarle la responsabilidad a la Secretaría de Salud federal, lo cierto es que ha sido Bienestar quien asume la coordinación, así que a nadie más se le puede pedir que haga lo que tiene que hacer para que las cosas salgan bien.

Un soberano desastre ocurrió en el estadio Juárez Vive, porque no atendieron a la gente que acudió por el biológico.

Miles se formaron para ser inmunizados, pero pasaron las horas y finalmente les cerraron las puertas en las narices.

Para tratar de alcanzar la sustancia, decenas se quedaron a dormir anoche, pese al frío severo.

Nadie los convenció de irse a su casa, ni Elizabeth Guzmán.