*SUPLICA LOERA ENTREVISTARSE CON CRUZ PÉREZ
*ALISTARÁN MALETAS JUECES DE CHIHUAHUA
*¿PODRÍA EL FACTOR TRUMP TUMBAR REFORMA JUDICIAL DE MÉXICO?
Don Juan Carlos Loera de la Rosa anda llorándola, porque el presidente Cruz Pérez no le agenda una cita.
Ahora si que aquí aplica una de las tantas frases de don Artemio Iglesias: a puñaladas iguales llorar es cobardía.
Lo anterior porque a lo largo de la relación política, más bien ha sido una confrontación constante y todavía hace unos días el senador morenista estuvo grillando con todo por el tema del puente de la venida Vicente Guerrero.
Así que llama la atención que ahora diga el sobrino del Pichú, que una de las funciones de los gobernantes o representantes populares sea atender a la gente.
El mismo Loera nunca aceptó reunirse con la entonces presidenta municipal de Chihuahua, Maru Campos, cuando él era delegado de programas federales.
Así que puras incongruencias con el legislador. Le están aplicando una de sus especialidades.
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Los jueces del Estado también andan en modo pánico, porque la reforma judicial también les pega y pues de igual manera van para afuera.
Serán elegidos también por voto popular.
De Chihuahua se dice que serán al menos 258 juzgadores que serán elegidos mediante las urnas.
La propia magistrada presidenta del Poder Judicial del Estado de Chihuahua, Myriam Hernández Acosta, reconoció que la batalla casi casi ya está perdida, si embargo también aclaró que se presentó una controversia constitucional por parte de Chihuahua y esperan ver cómo prospera.
Magistrados a nivel nacional también estuvieron diciendo ayer que no todo está perdido y que aún quedan otras opciones para tumbar la reforma, incluidas las cortes internacionales.
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El factor Donald Trump también podría pesar en México para una eventual reconsideración de la reforma judicial, a pesar de que ya esté oficializado el cambio constitucional.
Si el güero lanza una de sus temibles amenazas, igual y anda doblegando a Claudia Sheinbaum para que haga algo al respecto, porque las voces en Estados Unidos, van en el sentido de que no hay certidumbre para seguir invirtiendo en México, ante la falta de independencia del Poder Judicial.
Cómo garantizar que no habrá un ambiente más adelante donde quieran expropiar las empresas, como lo hacen los países socialistas.
No es una cosa menor el tema y si se le pone en gana a Trump, no dudemos que meterá presión para que se reconsidere la reforma tal y como se ha planteado.
