Deserción escolar, otra pandemia; tres millones dejaron la escuela

CIUDAD DE MÉXICO.- Los pupitres de 36.5 millones de alumnos mexicanos llevan seis meses vacíos.

El primer saldo negativo en materia educativa que dejó el confinamiento son los tres millones de jóvenes que abandonaron la escuela y que se suman a los 4.1 millones que ya estaban fuera del sistema educativo.

Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) difundidos el mes pasado señalan que la deserción en el ciclo escolar 2019-2020 para el nivel básico alcanzó 10% de la matrícula, lo que significa que dos millones 525 mil 330 alumnos de preescolar, primaria y secundaria abandonaron sus estudios en plena contingencia sanitaria. Además, 305 mil 89 universitarios, equivalentes a 8% de la matrícula en ese nivel educativo, también lo hicieron.

Se estima, además, que 800 mil alumnos ya no transitaron de la secundaria al bachillerato.

NUEVO MODELO

Las escuelas fueron las primeras en cerrar y serán las últimas en reabrirse a la nueva normalidad, cuando el semáforo epidemiológico en verde lo permita.

El ciclo escolar 2019-2020 llevaba 75% de avance cuando inició la cuarentena. De golpe, 30 millones 148 mil 677 estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato dejaron de ir a las aulas.

Aprende en Casa fue la respuesta gubernamental para salvar el ciclo escolar, a través de la televisión, la radio, libros de texto y el contacto virtual entre alumnos y maestros.

Pero no todos pudieron “conectarse”, pues hacer las tareas de la escuela en la casa implica tener luz, internet, teléfono, computadora, televisión o radio.

Menos de la mitad de los hogares mexicanos cuenta con una computadora, es decir, 44.3%, mientras que 56.4% tiene conexión a internet. La situación empeora en las comunidades rurales, donde en ocho de cada diez casas no hay computadora ni internet.

Según un sondeo del SNTE, tres de cada diez docentes no cuentan con internet en casa, la mitad usó el celular para comunicarse con sus alumnos y sólo 52% reportó recibir apoyo de las autoridades educativas para la implementación del programa.

El analfabetismo digital fue otro problema que evidenció la pandemia. Estimaciones refieren que 60% de los docentes es analfabeto digital, pues han sido formados para enseñar cara a cara a sus alumnos y no a través de una pantalla.

En este contexto, se le perdió la pista a tres millones de alumnos que no siguieron el programa Aprende en Casa, aunque la SEP lo califica como un éxito, pues nueve de cada diez mantuvieron su aprendizaje en el hogar.

La dependencia no reportó, sin embargo, qué pasó con ese 10% con el que no se tuvo contacto. Tampoco se estableció contacto con dos de cada diez maestros.

Expertos en educación e infancia han advertido que esta ausencia tiene que ver con múltiples factores, como los económicos, porque hay quienes se sumaron al trabajo infantil; la falta de conectividad; el desgano y el hartazgo, o la pérdida de un familiar.

El 5 de junio, un mes antes de lo previsto en el calendario oficial, concluyó el ciclo escolar. Fue a distancia, lejos de los salones, sin fotos de generación, fiestas o abrazos de despedida.

Golpe a escuelas privadas

Con el cierre de escuelas la educación privada también se vio afectada.

Al inicio de la pandemia, la Asociación Nacional de Escuelas Particulares preveía el cierre de 25% de los planteles privados. Con el regreso a clases virtuales ahora advierte que cuatro de cada diez escuelas particulares de todos los niveles educativos están en peligro de desaparecer.

La educación privada México representa 14.5% de la totalidad del sistema educativo. De los 36 millones 518 mil 712 alumnos inscritos en el ciclo escolar 2019-2020, cinco millones 281 mil 759 asistían a un colegio particular.

El sector atiende 10% de la matrícula en educación básica, es decir, a dos millones 874 mil 625 alumnos.

A raíz de la pandemia, se advierte un éxodo de alumnos a escuelas públicas o al llamado homeschooling, por la imposibilidad de algunas familias para seguir pagando las colegiaturas a causa de la crisis o simplemente porque no ven una ventaja de seguir en el sistema privado.

Hasta ahora, la SEP no ha dado a conocer si su matrícula en este ciclo escolar aumentó por la migración de estudiantes de escuelas privadas. En agosto garantizó que su sistema, de 200 mil escuelas y 1.2 millones de maestros en educación básica, estaba preparado para atender a quienes abandonaran las privadas.

Pero la Asociación Nacional de Escuelas Públicas considera que cuando se restablezcan las actividades presenciales, las escuelas públicas no tendrán cabida para recibir a más de dos millones de alumnos, por lo que la crisis también será para el sistema público.

EL REGRESO VIRTUAL

El 24 de agosto, cinco meses después del encierro, los estudiantes mexicanos se enfrentaron a un inédito regreso a clases. El caminito de la escuela fue otro. Sin sus libros bajo el brazo, ni apurándose a llegar, arrancaron el ciclo escolar 2020-2021, que contempla 190 días de clase en sus casas, por televisión o internet.

En línea conocieron a sus maestros y a sus nuevos compañeros. La SEP no ha dado a conocer el reporte de cuántos no volvieron siquiera de manera virtual.

La apuesta gubernamental para Aprende en Casa II es la televisión, con contenidos responsabilidad de la autoridad educativa.

El 3 agosto, el presidente Andrés López Obrador firmó un acuerdo con cuatro televisoras nacionales: Televisa, TV Azteca, Imagen y Multimedios, para regresar a clases con un esquema oficial en seis canales de televisión que permitieran una cobertura nacional 24 horas al día, durante siete días de la semana.

La programación inicia a las 7:30 horas y concluye a medianoche. Hay contenidos para padres y madres y también a la hora de la comida.

Cuatro mil 550 programas de televisión y 640 de radio en 20 lenguas indígenas que se producirán y transmitirán forman parte de esta oferta educativa.

Para quienes no tienen televisión se implementó un esquema de radio, libros de texto gratuito, cuadernillos de trabajo y atención especial. En las comunidades más marginadas del país, a donde el Consejo Nacional de Fomento Educativo lleva servicios educativos a 301 mil niños, la mitad de los hogares no tiene televisión y siete de cada diez no cuenta con telefonía.

REGRESO PRESENCIAL

Mientras que en Wuhan, China, donde inició la pandemia de covid-19, tomó cuatro meses regresar a las aulas, los estudiantes mexicanos aún no cuentan con una fecha definida para su retorno.

En medio de esta incertidumbre, académicos e investigadores vislumbran un retorno complejo a los salones de clases en México.

Según México Evalúa, tres de cada diez maestros tienen un alto riesgo de complicarse si enferman de covid-19, por lo que podrían ausentarse, y 20% de las escuelas no cuenta con agua potable.

La OMS recomienda para un retorno seguro a las escuelas el distanciamiento físico de al menos un metro a través de esparcimiento de escritorios, modificación de horarios o clases al aire libre.

Sin embargo, en México la densidad promedio de alumnos por aula es mayor que en otros países de la OCDE: de 25 estudiantes en primaria contra 21 y de 27 en secundaria contra 23, respectivamente.

La OCDE advierte que un eventual retorno a clases presenciales implica para México la reorientación de infraestructura, desinfección de aulas y desarrollo de estrategias que permitan mantener segura a la comunidad educativa. Pese a estas necesidades, el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2021 no contempla un solo peso para atenderlas.