Ciudad Juárez, Chih.– Una leyenda de la lucha libre murió en el Hospital General del municipio fronterizo.
Nacido como Manuel Galaviz Macías el 4 de octubre de 1937 en Chihuahua, El Vikingo destacó de inmediato en la lucha libre por su porte de rubio norteño, el cual le valió el mote que le duró toda su carrera como la de los navegantes y guerreros nórdicos.
Debutó a finales de los cincuentas, y su ascenso en la Empresa Mexicana de Lucha Libre fue gradual, pues la cantidad de talento que tenía el hoy CMLL era gigantesco. Sin embargo, ya en los sesentas comenzó a hacer pareja con el tapatío Renato Torres, bajo el pseudónimo de los Hippies. Abanderados como jóvenes rufianes, y cobijados por la «chaviza de onda» que se identificaba con las rudezas de Torres y El Vikingo, consiguieron llegar a la parte estelar de las funciones de la Arena México.
Generalmente eran programados contra luchadores ya consagrados, pues ahí el efecto generacional era mayor entre la afición. Entre sus principales logros estuvo el hacerse de la cabellera de los extranjeros Antonio Posa y Mike Barns en el coso de la colonia Doctores el 22 de abril de 1970. Sin embargo también vieron caer sus blondas cabelleras en varias ocasiones.
El Vikingo, de manera individual, siempre estuvo a la casa de los títulos nacional y mundial de peso medio. Sin embargo no pudo hacerse de la corona a pesar de que tuvo varias oportunidades contra los monarcas de aquellos tiempos: Humberto Garza, Rene Guajardo y Aníbal, entre otros. Por esos tiempos, también comenzó a promover en varias plazas del norte del país, haciendo la doble función de luchador-promotor. Esto también menguó sus oportunidades de estelarista.
En 1975, como muchos otros talentos que se sentían desplazados en la Empresa, migró junto a Torres a la nueva empresa comandada por don Francisco Flores. Ya era un veterano, pero aún tenía mucho por aportar. Su estadía entre los independientes no fue tan longeva, y ya para 1979 estuvo de regreso en la empresa.
Sin embargo, consiente de que el tiempo no pasa en balde, El Vikingo comenzó cada vez más a dedicarle tiempo a la promoción luchística en Ciudad Juárez, Chihuahua y varias ciudades cercanas. Ahí todavía consiguió montar una gran rivalidad contra la estrella juarense en ascenso por esos tiempos, Rocky Star, con quién llegó a perder hasta la barba.
Después de muchos problemas problemas personales, lamentablemente El Vikingo terminó viviendo sus últimos años en una casa hogar. Hoy la luchadora La Sirenita confirmó su fallecimiento a través de su cuenta de Facebook.