Ciudad de México.- Ben Sutchi, uno de los dos israelíes asesinados la tarde del miércoles en la plaza Artz Pedregal de la Ciudad de México, era un criminal de alto nivel con instrucción del Mossad, la agencia de inteligencia, espionaje y contraterrorismo de Israel.
Su carrera delictiva data de los años 90, cuando fue condenado a 17 años de cárcel en Israel por el intento de homicidio de Many Aslan, hijo de un delincuente conocido. En 2001 fue liberado y huyó a América Latina en compañía del también criminal, Erez Akrishevsky.
En 2004, Ben Sutchi llegó a México supuestamente para labores de protección e inteligencia a la comunidad judía, a cuyas familias extorsionó, indicó Gabriel Regino, exsubsecretario de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal.
La Policía de Israel alertó al Gobierno de México de la presencia del criminal, pues era buscado por la Interpol y se le relacionaba con la ejecución de un capo colombiano.
Ese mismo año, el delincuente viajó a Venezuela donde fue detenido por posesión de cocaína, aunque en 2005 fue liberado y regresó a México con un nombre falso.
Luego de dos semanas de investigación, autoridades de la Ciudad de México lo detuvieron en Polanco cuando se dirigía a un local comercial y dispusieron de 600 uniformados para resguardar su entrega al gobierno israelí.
“Era un hombre muy hábil, con un español bastante fluido, me cuestionó que qué iba a lograr, qué iba a ganar con su detención, si nada más una estrellita más al uniforme y que era mejor que ganara, no recuerdo si era un millón de pesos o de dólares, no recuerdo con exactitud”, recordó Gabriel Regino en entrevista para Milenio.
El exsubsecretario de Seguridad Pública del DF aseguró que Ben Sutchi representaba “un dolor de cabeza” para Israel y la comunidad judía, de acuerdo con autoridades de inteligencia a las que tuvo acceso en ese entonces.