Negocian a joven por un puerco, huye y está a punto de morir

La tragedia persigue a Rosario, la niña pepenadora de 14 años que fue vendida por un marrano, un guajolote y 500 pesos en julio de 2022 en Tuxtepec, Oaxaca, historia contada por MILENIO; ahora un incendio en su hogar la dejó grave con quemaduras en 100 por ciento de su cuerpo, a su hermana Ana Gabriela la reportan delicada y su abuela Paulina, según los elementos que llegaron a auxiliarlas, tenía quemaduras en todo el cuerpo y murió por asfixia.

De acuerdo con sus vecinos, a las 6 de la mañana de ayer, testigos alertaron al 911 sobre el fuego que rápidamente consumía la humilde vivienda donde Ana Gabriela y Rosario, así como su abuela Paulina, almacenaban el pet y cartón que recolectaban para sobrevivir, pues se dedicaban a pepenar basura en las principales calles de Tuxtepec.

Tras 40 minutos, con la ayuda de vecinos, bomberos, integrantes del sindicato de piperos, policías y paramédicos, Ana y Rosario de 9 y 14 años de edad, fueron rescatadas con vida aunque con quemaduras graves, pero doña Paulina no corrió con suerte y perdió la vida en el lugar.

Mientras bomberos sofocaban el incendio, las niñas fueron trasladadas en una patrulla al hospital general, donde Rosario fue reportada grave de salud, con quemaduras en 100 por ciento de su cuerpo y en las vías respiratorias, motivo por el cual fue intervenida para un lavado interno, procedimiento de riesgo del que salió con vida y posteriormente la declararon en coma.

Ana Gabriela, por su parte, presenta quemaduras de primer grado en la mitad de su cuerpo que no ponen en riesgo su vida; ambas requieren tratamientos especiales que no hay en el hospital de Tuxtepec, Oaxaca, por lo que se requiere ayuda de personal especializado que solo hay en la capital de Oaxaca, el estado de Veracruz o Ciudad de México.

“Me puse en contacto con la trabajadora social, lo que me pudo manifestar es que la menor Ana tenía quemaduras de primer grado y la adolescente Rosario tenía quemaduras de tercer grado; hasta el momento es el reporte clínico que se puede dar o confirmar oficialmente”, declaró el procurador de la Defensa del Menor del DIF municipal de Tuxtepec, Josué Natanael Pérez Villalobos.

Las niñas y la adulta mayor se dedicaban a pepenar por las noches, principalmente pet y cartón, material que recogían entre la basura y por el cual obtenían no más de 50 pesos diarios, dinero con el que tenían que comer; en un principio vivían al lado del rastro municipal de Tuxtepec, entre los animales muertos que todas las madrugadas eran sacrificados a metros de ellas, motivo por el cual constantemente tenían pesadillas e insomnio.

Promesa sin cumplir

Esta historia está llena de desgracias. De acuerdo con la entrevista que doña Paulina dio a MILENIO hace ocho meses, el padre de Ana y Rosario mató a su mamá y las abandonó a su suerte, es por ello que quedaron a cargo su abuela, quien, al no contar con un trabajo estable, les enseñó el oficio de pepenar.

En 2016 el entonces alcalde de Tuxtepec, Fernando Bautista, les prometió una vivienda digna y las utilizó para montar un show televisivo, que más tarde fue transmitido en su primer informe de gobierno, pero se olvidó de cumplir su palabra; sin embargo, la solidaridad del pueblo hizo que, a través de fundaciones y asociaciones civiles, les consiguieran una vivienda frente al rastro.

Tiempo después una prima de Rosario ofreció ayudarla y se la llevó a su pueblo, donde la vendió a un hombre por un marrano, un guajolote y 500 pesos; entonces la niña huyó y regresó con su abuela.

Hasta la noche de este martes, las autoridades locales buscan el acercamiento con la Fundación Michou y Mau para que ambas niñas puedan recibir atención especializada en la Ciudad de México o Estados Unidos.