Para evitar desnutrición, Unicef urge no suspender alimentos escolares

Para evitar que el problema de la desnutrición se agudice durante esta pandemia de covid-19, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) urgió a los gobiernos a encontrar los mecanismos para continuar la entrega de desayunos y comidas escolares aún sin volver a la escuela, ya que tras la suspensión de clases en marzo, los niños más vulnerables han perdido su principal alimento, en un contexto en el que cinco de cada 10 hogares se encuentran en un grado de inseguridad alimentaria, es decir, son incapaces de satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas.

“La recomendación es utilizar los padrones de beneficiarios de los programas disponibles, para que atiendan a niños y niñas vulnerables para cubrir estos programas de alimentación escolar, ya sea llevándolos a sus mismos domicilios, porque finalmente el presupuesto ahí esta, aquí el problema es cómo se los llevamos a sus hogares, es algo importante que se tiene que resolver para garantizar que sigan contando con este importante apoyo de parte del gobierno”, sostuvo Matthías Sachse, oficial de Nutrición de Unicef México.

El llamado es parte de 12 recomendaciones dirigidas a tomadores de decisiones, emitidas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac) y la Unicef, incluidas en el documento “Prevención de mala nutrición en niñas y niños en México ante la pandemia de covid-19”, que resaltan la necesidad de crear un fondo presupuestal de emergencia para la protección de la nutrición de grupos vulnerables.

En entrevista con MILENIO, Sachse -uno de los redactores del documento-, sostuvo que los alimentos que esos niños ingerían en sus escuelas, constituye en muchos de los casos la principal comida que reciben a lo largo del día, por lo que ante su ausencia en el contexto de covid-19, los infantes se encuentran en riesgo de padecer algún tipo de desnutrición, incluso llegar a la anemia, o en otros casos, incrementar su consumo de alimentos chatarra, que muchas veces están más disponibles que los alimentos sanos, por lo que insistió en que el gobierno debe resolver cómo seguir dotando los desayunos y comidas escolares.

“Cómo se podría resolver esto: las personas tienen que tomar las medidas de distanciamiento e higiene al recoger los alimentos para sus hijos, si se les haga algún tipo de transferencia monetaria para que los padres de familia puedan comprar los alimentos o si reciban algún tipo de canasta, porque estos alimentos existen, simplemente hay que ver como aseguramos que los niños y niñas los puedan recibir”, apuntó el oficial de Unicef.

Las instituciones también recomiendan extender el Programa de Asistencia Social Alimentaria durante los primeros mil días de vida –desde la concepción a los dos años-, para garantizar la cobertura de todas las mujeres embarazadas, en período de lactancia y las niñas y niños menores de 2 años, en condición vulnerable, iniciando por los municipios más afectados por la pandemia.

Sugieren evaluar la factibilidad de la entrega de transferencias no condicionadas en efectivo para la compra de alimentos, por un monto mínimo equivalente a la canasta alimentaria mensual establecida por el Coneval de 1 mil 637 pesos en zonas urbanas y mil 169 en rurales, en lugar de la canasta de alimentos que ese programa ya entrega.

Matthías Sachse indicó que además de los niños en edad escolar, también se debe reforzar la atención durante los primeros mil días, ya que ante la pandemia, ha disminuido el seguimiento médico, lo que puede resultar contraproducente, principalmente en los municipios más afectados por el covid-19 y con mayores índices de pobreza.

“Hay que fortalecer la continuidad de los servicios de salud materno-infantiles, durante y después de la pandemia, ya que estamos concentrando muchos de los esfuerzos en hacer frente a la pandemia, y se ha creado un miedo a ir a los servicios de salud e ir a los controles prenatales, a las consultas del niño sano, ir a vacunar a nuestros bebés y esto no lo podemos dejar de hacer porque va a complicar aún más y vamos a tener muchas consecuencias paralelas, lo que ya conocemos del covid, las vamos a tener por una población mas vulnerable y susceptible”, advirtió.

Entre otras de las recomendaciones se pide intensificar los programas y servicios para promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, adherirse al Código Internacional de Sucedáneos de Leche Materna. Asegurar el consumo de alimentos de origen animal como el huevo y la suplementación con micronutrientes, que es particularmente relevante en las situaciones de emergencias; promover el consumo de verduras y frutas y facilitar el acceso a esos productos; así como garantizar el acceso al agua para higiene y consumo (Milenio).