Rusia se ensaña con los civiles en Ucrania

KIEV.- De nuevo, las fuerzas rusas intensificaron su asedio contra civiles en Ucrania.

Un teatro ubicado en una zona residencial del puerto de Mariúpol, donde estaban refugiadas centenares de personas, fue impactado por un bombardeo ruso, aunque autoridades no establecieron una cifra de víctimas.

El ministerio ruso de Defensa negó haber bombardeado el teatro y atribuyó la explosión a un batallón nacionalista ucraniano, al que ya acusó de atacar un hospital en la misma ciudad.

A esto se sumó otro ataque en Chernígov, donde diez personas que hacían fila para comprar pan murieron cuando soldados rusos les dispararon de forma “premeditada”, de acuerdo con la Fiscalía ucraniana.

Luego, autoridades hallaron cinco cadáveres bajo escombros de un bombardeo; entre los cuerpos había tres niños. En Járkov, tres personas murieron y cinco resultaron heridas en el incendio de un mercado, provocado por ataques aéreos. También fueron lanzados cohetes contra un convoy de civiles que abandonaba Mariúpol.

La Corte Internacional de Justicia ordenó a la Federación Rusa suspender inmediatamente las operaciones militares dentro de Ucrania.

CIVILES SON BLANCO DE ATAQUES

Un teatro de Mariúpol, donde se habían refugiado centenares de civiles, fue impactado por un bombardeo ruso ayer, dio a conocer la alcaldía de esta ciudad portuaria del sureste de Ucrania.

Resulta imposible establecer un balance inmediato porque los bombardeos en esa zona residencial prosiguen. La entrada del refugio está bloqueada por los escombros. Estamos verificando informaciones sobre las víctimas”, indicó la alcaldía en Telegram, mostrando una foto del teatro con su parte central destruida.

Más tarde, a través de Twitter, el consejo local de Mariúpol indicó que había más de mil refugiados en ese sitio.

El ministerio ruso de Defensa negó haber bombardeado el teatro y atribuyó la explosión a un batallón nacionalista ucraniano Azov, al cual ya había acusado previamente de bombardear un hospital pediátrico y maternidad en esa ciudad.

A este ataque se sumó el de Chernígov (al norte de Kiev), donde, en la mañana, diez personas que hacían fila para comprar pan murieron cuando soldados rusos les dispararon de forma “premeditada”, de acuerdo con la Fiscalía ucraniana. Por la noche, las autoridades hallaron cinco cadáveres bajo escombros de un bombardeo previo; entre los cuerpos había tres niños.

En Járkov (noroeste), tres personas murieron y cinco resultaron heridas en el incendio de un mercado, provocado por los bombardeos.

Por la tarde, disparos de cohetes Grad en contra de un convoy de civiles que abandonaban Mariúpol causaron un número indeterminado de muertos y heridos, según el ejército ucraniano.

Ante estos ataques, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de criminal de guerra.

Creo que (Putin) es un criminal de guerra”, respondió Biden a una periodista que lo interrogó en la Casa Blanca.

El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que el calificativo del presidente Biden era una”retórica inaceptable e imperdonable por parte del jefe de un Estado cuyas bombas mataron a centenas de miles de personas en todo el mundo”, citaron las agencias TASS y Ria Novosti.