¡Se buscan migrantes!: EU requiere un millón de trabajadores, Canadá 500 mil

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llegan a su cumbre en Ciudad de México con el presidente Andrés Manuel López Obrador con claridad en un problema común: en sus economías hacen falta inmigrantes para cubrir puestos de trabajo desocupados.

En el primer caso, sin embargo, no está claro cómo sortear los obstáculos para resolverlo.

Los diagnósticos ya están hechos. Con un índice de desempleo históricamente bajo (de 3.5% en diciembre, el menor en medio siglo) y 263 mil nuevas posiciones que se abren cada mes en su país, la secretaria de Comercio estadunidense Gina Raimondo declaró a la prensa, el 20 de diciembre, que “necesitamos un millón de inmigrantes por año, es la fuerza de trabajo que nos hace falta”. Con ellos enfrentarían las necesidades de los empleadores y también el efecto que “un mercado de trabajo apretado” tiene en elevar una inflación ya muy alta, de 8.6 por ciento en diciembre.

Por su parte, Canadá, que también tiene un paro muy bajo, de 5%, mantiene una tendencia de fuertes aumentos en el número de inmigrantes que acepta cada año: en 2022 admitió a 431 mil residentes permanentes, casi un 8% por encima de la cifra de 401 mil que tenía planeado recibir; y prevé abrirles las puertas a 465 mil en 2023 y a medio millón en 2025. De esta forma, pretende satisfacer las necesidades de su economía y rejuvenecer su población laboralmente activa. Se estima que la proporción de inmigrantes, que era del 21 por ciento en 2011, crecerá en 2036 hasta el 33%.

El jueves 5, fueron anunciados un reforzamiento de la vigilancia de fronteras y la extensión a nacionales de Cuba, Nicaragua y Haití de las facilidades migratorias que ya se conceden a un cupo de venezolanos, hasta 30 mil mensuales en total, mientras que México aceptó recibir una cantidad similar de deportados de esos países.

En todo caso, el portal periodístico estadounidense Axios adelantó que el gobierno de Biden se propone llevar a cabo en 2023 la “reforma integral de la migración” que se planteó en su toma de posesión, hace justo dos años, con el objetivo de incrementar la disponibilidad de trabajadores y bajar la inflación, además de darles un estatus legal a los llamados “dreamers”, alrededor de 2 millones de personas que no violaron ley alguna al emigrar, porque los llevaron sus padres cuando eran menores de edad, pero que viven con riesgo de deportación.

Muro republicano

El primer ministro Trudeau cuenta con mayoría parlamentaria y no deberá enfrentar elecciones hasta 2026 –salvo que surja alguna crisis que lo obligue a adelantarlas–, lo que le facilita implementar sus decisiones y acuerdos sobre migración.

El presidente Biden, en cambio, atestiguó la inauguración de una legislatura en la que la cámara baja está dominada por una oposición que suele oponerse a sus propuestas –en particular a facilitarles las cosas a los inmigrantes– y que tiene serios problemas de gobernanza interna por la radicalidad de un sector que, aunque es pequeño, tiene influencia decisiva, es el más favorable al expresidente Donald Trump y el de discurso más agresivo sobre la migración.

Contra este muro republicano se han estrellado todos los intentos recientes de reforma del fenómeno migratorio, incluidas las iniciativas bipartidistas, como la presentada en diciembre por los senadores Thom Tillis (republicano de Carolina del Norte) y Kyrsten Sinema (demócrata de Arizona).

Mesura en el tema

El sistema judicial tampoco está favoreciendo la política migratoria del presidente Biden. Su decisión de retirar la medida conocida como “Título 42”, que introdujo su antecesor Trump y que utiliza la pandemia de Covid como argumento para devolver de inmediato a México a los inmigrantes detenidos, invalidando así su derecho a solicitar refugio y defenderse ante un juez, después de largas batallas legales fue suspendida el 27 de diciembre por la Corte Suprema, en espera de una decisión final que debería ser tomada en primavera.

La Casa Blanca está tratando de evitar mayores daños. El 3 de enero, a una pregunta de un reportero de la cadena conservadora Fox News, sobre qué pasaría si eventualmente cae el Título 42 cuando ya hay un aumento de los cruces fronterizos sin documentos hasta entre 6 mil y 7 mil diarios, la secretaria de prensa de Biden, Karine Jean-Pierre respondió pidiendo mesura: “Tenemos que ser muy cuidadosos en cómo hablamos de esto porque si hay desinformación, eso ayuda a los contrabandistas” (de personas).