El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el de Estados Unidos, Donald Trump, hablarán por teléfono este martes, confirmó el Kremlin; se prevé que en ella dialoguen sobre la propuesta estadunidense de una tregua temporal en Ucrania.
Esta será la segunda conversación oficial entre los mandatarios de Rusia y Estados Unidos desde que Trump asumió su segundo mandato en la Casa Blanca en enero pasado. La primera conversación entre ambos dirigentes, el 12 de febrero, echó por tierra los intentos occidentales de aislar a Putin, que lanzó una ofensiva contra Ucrania hace tres años.
La “conversación se está efectivamente preparando para el martes”, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Trump anunció horas antes que hablaría con Putin el martes. “Tenemos mucho ya discutido con las dos partes, Ucrania y Rusia” tras reuniones separadas entre responsables estadunidenses, rusos y ucranianos en Arabia Saudita y Moscú, dijo a periodistas en el Air Force One.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, viajó a Moscú la semana pasada para presentar los detalles de un plan de tregua de 30 días en el conflicto entre Rusia y Ucrania, que ya fue aceptado por Kiev y parece agradar a Putin, pero con algunos matices.
Putin dijo que estaba de acuerdo con la idea de un alto el fuego, pero señaló que había “asuntos importantes” que quería abordar con Trump sobre cómo se implementaría.
Hasta ahora, Rusia había puesto como condición para un cese de las hostilidades que Ucrania reconozca el control ruso de los territorios ocupados y renuncie a integrar la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Exigía además el desmantelamiento del actual gobierno ucraniano.
Unas condiciones rechazadas por Kiev, que no quiere ceder ningún territorio y exige garantías de seguridad a sus aliados occidentales y el despliegue de una fuerza de mantenimiento de la paz que garantice la eventual tregua.
En una cumbre virtual organizada por Londres el sábado, una treintena de dirigentes de Estados y organizaciones que apoyan a Ucrania decidieron ejercer una “presión colectiva” sobre Rusia, a la que acusan de prolongar las negociaciones para sacar ventaja en el frente.