Zambotti llegó al judo por casualidad

PANAMERICANOS RIO 2007 ARTES MARCIALES/JUDO FEMALE/FEMENIL COMBATE POR EL ORO MEXSPORT DIGITAL IMAGES 19 July 2007: Action photo of mexican Vanessa Zambotti (blue) and Carmen Chala (withe) of Ecuador of the womens competition Judo, during the day 6 of the 2007 Panamerican Games at Rio de Janeiro, Brazil./ Foto de accion de la mexicana Vanessa Zambotti (azul) y Carmen Chala (blanco) de Ecuador en la competencia femenil de Judo, durante el dia 6 de los Juegos Panamericanos 2007 en Rio de Janeiro, Brasil. MEXSPORT/DAVID LEAH

Vanessa Zambotti es una de las mujeres más importantes del deporte mexicano. La judoca ganó medallas en tres Juegos Panamericanos, además de que participó en cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos, entre 2004 y 2016.

Nacida en El Parral, Chihuahua (1982), fue la que hizo que el judo fuera un deporte conocido entre el público de nuestro país, pues muchos se emocionaron cuando logró la medalla de oro en los Panamericanos de Río de Janeiro (2007), además de que siempre recibió el apoyo de su gente en cada visita al tatami. Sin embargo, pocos conocen que su llegada al judo fue más fruto de la casualidad.

Practicante de atletismo durante su juventud, Vanessa se cansó y decidió dar un giro a sus pasatiempos, por lo que quiso estudiar computación. En 1999, cuando tenía 17 años, acudió a la escuela, pero estaba cerrada. Fue ahí que a unas cuatro cuadras de distancia se encontraba el dojo de judo.

“Vi los trofeos, el tatami y me dije: ‘me voy a inscribir’. El que yo haya entrenado fue una obra de la casualidad”, recordó Zambotti en entrevista con MILENIO-La Afición.

Con entrenamientos de una hora en martes, jueves y sábado, poco a poco se enamoró de este deporte, el cual era muy distinto a otros que había practicado.

Aprendió a caer, conoció su cuerpo mejor y se enamoró de la disciplina. “Había hecho deportes de conjunto y atletismo, pero el judo es totalmente diferente, es de contacto y dependes totalmente de ti, de tus manos y de tu judogi”. Y es que Vanessa creció con sueños y esperanzas, al ver a varios atletas en Barcelona 1992, hasta que sus sueños se materializaron en el judo, con tres medallas en Panamericanos, una en Centroamericanos y 17 más en Campeonatos Panamericanos de Judo.

“Hay muchos que se quedan en el camino, al final te debes sentir satisfecha de haber logrado ese recorrido”, aseguró.

Río 2007 no se olvida En 2002 dejó Chihuahua y viajó a la Ciudad de México, decidida en ser judoca profesional.

Fue ahí que comenzó a cosechar muchos éxitos y algunas lecciones, pero ninguna como la de los Juegos Panamericanos de Río, en el que puso el nombre de México en alto y ganó el oro, aunque no todo fue sencillo.

En junio de 2005 se dislocó el hombro en un viaje a Cuba, tomándole un año de rehabilitación. Para septiembre de 2006 volvió a las competencias y ganó su primera medalla: un bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Cartagena.

Poco a poco fue recuperándose y llegaron los Panamericanos de Río en 2007, en donde no era la como favorita, pese a los buenos resultados que había acumulado, pues existía cierta desconfianza por parte de la Conade.

Pero su habilidad habló en el tatami. Derrotó a la canadiense Olía Berger en cuatro minutos y 10 segundos; le ganó a la cubana Ivis Dueñas en un reñido enfrentamiento de semifinales, además de que salió victoriosa ante la ecuatoriana Carmen Chala, al imponerse en tres minutos y 54 segundos de acción.

“La verdad sentí mucha alegría y emoción, lloré bastante, porque recordé todo el tiempo que estuve en rehabilitación… recordé todo el camino que recorrí, los malos tratos, la desconfianza, pero también del apoyo de mi familia, de mis entrenadores, de todo el equipo de rehabilitación haciendo que esos malos ratos sean menos. Fue como una cachetada con guante blanco cuando gané la medalla”, aseguró.

“Será un día que no voy a olvidar, porque gané la medalla de oro y fue la primera vez que una mexicana gana esa medalla en judo; al final ellos (las autoridades) ‘se pararon el cuello’, siendo que no hubo apoyo de su parte”.

En retrospectiva, Zambotti agradece que la escuela de computación estuviera cerrada, pues de lo contrario no se hubiera acercado al judo, lo que nos hubiera privado de momentos como Río 2007.

“Creo que en la vida las cosas se ponen en su lugar; en ese momento la escuela estaba cerrada y me fijé en otra cosa que no era computación”.

Pekín, sus mejores Juegos Olímpicos En lo que a Juegos Olímpicos se refiere, Zambotti considera que sus favoritos fueron los de Pekín 2008, al obtener un noveno lugar y disfrutar del ambiente que se vivía. Por el contrario, Londres 2012 fue difícil, al caer en primera ronda contra la china Wen Tong.

“Fue difícil reponerse de esa derrota, tuve ayuda del psicólogo y mi familia”, recordó.