Sobrevivir y revalorar; aquí los detalles de ‘La sociedad de la nieve’

Un sentido retrato de la fragilidad humana, esperanza, de la impetuosa necesidad por dar sentido a la vida o a la muerte y de cómo sobrevivir gracias a los otros ante la incertidumbre y un entorno hostil son parte de las reflexiones y emociones que se abren paso en la reciente película del cineasta Juan Antonio Bayona, La sociedad de la nieve, disponible el jueves en Netflix.

Se trata de una nueva mirada al accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en 1972 en los Andes, donde sobrevivieron 16 de los 45 pasajeros, entre los que viajaba un equipo de rugby, sus familias y amigos.

Bayona se basó en el libro homónimo, del escritor uruguayo Pablo Vierci, y logró una película capaz de exaltar las emociones del espectador, a través de una mirada profunda que cuestiona lo que significa ser humano; sus miedos, prejuicios y el cómo sobrevivieron tales personajes ante sus propias circunstancias.

La historia tiene como hilo conductor el testimonio de uno de sus protagonistas, un pasajero que era amigo de los jugadores de rugby, Numa Turcatti, interpretado por el uruguayo Enzo Vogrincic.

En entrevista con Excélsior, esto dijo el actor acerca de su experiencia en la película nominada a los Globos de Oro 2024 en la categoría de Mejor película en idioma extranjero.

Ellos (los personajes) hablan de que todo lo que entendían de la vida y de la sociedad estaba en un lugar y, de repente, cuando estaban en esas condiciones en donde lo pierdes todo y lo único que te queda son las ganas de vivir, parece una cosa nueva, que rompe con todas esas estructuras.

Cuando te cambian las circunstancias parece que todo eso no tiene sentido y que no sirve de nada. Entonces, el valor profundo de la vida parece estar en busca de un poco de sentido”, señaló Vogrincic, vía Zoom.

El actor destacó que conocieron a parte de los sobrevivientes, además de familiares y amigos y personas cercanas.

Algunos nos contaron lo que recordaban, como los olores del avión. Cuantos más elementos tengas es mejor, porque a Bayona le interesaba ir al detalle y profundidad de la historia. Esto sumó muchísimo y le da a la profesión, que es una cosa de juego muchas veces, en donde estás actuando, un condimento que es un valor que yo nunca había experimentado.

“Le da otra dimensión a la actuación. Sientes un vínculo y una responsabilidad con la familia y los sobrevivientes. Aunque no hay presión, impone respeto saber que esto fue real.”, añadió.

El trabajo actoral apostó por el adelgazamiento de los cuerpos, como proceso natural ante las condiciones por las que atravesaron los personajes, como el hambre, la congelación y la sed, y por la filmación de algunas escenas en el lugar original del impacto aéreo de 1972.

El argentino Agustín Pardella, quien interpretó a Fernando Parrado, uno de los sobrevivientes que escalaron un pico montañoso sin ningún equipo en busca de ayuda, habló de la experiencia.

“Fue la exigencia máxima.Quizá hubo momentos en los que se sufría más lo físico y otros en los que la psique te empezaba a jugar trampas, pero lo más importante fue el trabajo grupal que se realizó previo al rodaje y la contención que realizamos”, dijo Pardella.

El actor recordó que tuvieron la suerte de filmar en medio de las inclemencias del ecosistema gélido en el que se aventuraron, lo cual agregó más realismo.

“Nos recibió con un bautismo natural (tormenta de agua y nieve) y fue bastante impactante adentrarse ahí, así como escuchar, sentir y enfrentarte a la naturaleza. Es duro, excitante e inspirador”, acotó Pardella.

El también argentino Matías Recalt, quien recreó a Roberto Canessa, el segundo sobreviviente que caminó la montaña, ahondó en el tema de la antropofagia que experimentaron los personajes para subsistir, así como de su sentir ante un escenario cubierto de nieve.

“Entender la desolación, la falta de vida que había en ese lugar e intentar transmitir lo difícil que era estar ahí, creo que es lo que la película logra en su conjunto y hace que el espectador viva la experiencia, de alguna manera, de estar ahí, junto con nosotros y los personajes”.

“Inevitablemente te preguntás qué hubieses hecho. Es muy difícil entender la desesperación. Con la antropofagia, no sé si le presté atención al inicio al dilema, como que entendí que eran las condiciones de la supervivencia, porque sólo ellos sabían lo que era estar ahí; no saber en dónde estás ubicado en el mapa ni si regresarás a tu casa”.

“Ver que todos los que están alrededor no están volviendo a sus casas y puedes ser el próximo. Entiendes que lo que hayan hecho fue una cuestión, totalmente, de vida. Luego, ver que quienes volvieron son (tienen) familias y son generaciones, hijos, nietos, etc.”, concluyó.

La sociedad de la nieve podría ser nominada al Oscar como Mejor película extranjera.

CURIOSIDADES

El director Juan Antonio Bayona convenció al sobreviviente Carlitos Páez para interpretar a su propio padre.

Este incidente se ha adaptado en películas como Supervivientes de los Andes (1976) y ¡Viven! (1973).

Javier Methol, uno de los 16 sobrevivientes, llevaba un paquete de cigarros elaborados por la tabaquera de su familia, Abal Hermanos.