Correr para vivir, una carrera contra el narco en la Sierra Tarahumara

Cuando Gerardo Archie Dorantes quiso filmar su ópera prima Correr para vivir en la Sierra Tarahumara tuvo que informar al crimen organizado de la región.

¿Cuánto tiempo? y ¿en qué zonas? les tuvo que precisar. La comunicación con los criminales fue posible gracias a la intermediación de Pedro Palma Gutiérrez, el guía de turistas que en 2022 acaparó los titulares de los medios de comunicación nacionales e internacionales al ser sido asesinado en la comunidad de Cerocahui, junto a los dos padres jesuitas Javier Campos Morales El Gallo y Joaquín Mora Salazar Morita.

“Pedro fue muy especial para nosotros, para mí en particular. Me acogió desde un principio, nos hicimos muy brothers y, de alguna manera, aprendí a ver la sierra a través de sus ojos. Él llevaba 40 años recorriendo la Sierra Tarahumara de un extremo a otro. Era un gran activista de los derechos tarahumaras cuando había hambrunas, heladas y se afectaban los cultivos; organizaba colectas, donaciones, llevaba abrigos, colchones y comida, además ayudaba a fundar escuelas. Era un miembro muy querido y respetado por la comunidad, inclusive hasta por gente del crimen y fue una víctima más de la violencia que se vive en el país”, se sinceró en entrevista con Excélsior Dorantes, quien continuó con su agradecimiento al finado activista.

“Por supuesto que la película está dedicada a él y a la comunidad jesuita. Por lo menos, en lo personal, le tengo un agradecimiento muy profundo, porque sin él no hubiéramos llegado a donde llegamos y salir como salimos. Nos ayudó a entrar en contacto, por un lado, y con el otro para filmar”, expresó el cineasta.

Fue un año antes del asesinato de Pedro Palma que la producción comandada por Dorantes llegó a la Sierra Tarahumara para filmar Correr para vivir bajo el apoyo, cuidado y cobijo de Palma. La idea del realizador era la de llevar a la ficción la historia, basada en hechos reales, de cómo los distintos grupos del narcotráfico reclutan rarámuri (reconocidos mundialmente por su capacidad de correr hasta por 32 horas) como mulas que lleven droga cerca de la frontera norte del país.

“Uno de los objetivos de la película es mostrar una realidad que me tocó ver, exponiendo una tesis, pero tratando de no enjuiciarla o moralizarla. Simplemente la presento de forma objetiva, sincera y realista con la que la percibí, con la idea de generar una conversación y entender el porqué.

“Todos sabemos que eso sucede y que está ahí, el tema es por qué hemos llegado a eso, qué hemos hecho mal y bien, cómo podemos cambiar la situación. No te voy a decir que erradicar, porque esta es una cuestión histórica que no creo que se pueda ir, sino simplemente tratar de entender qué es lo que está sucediendo de un lado y del gobierno, quiero que nos preguntemos qué es lo que pasa en este tejido social que nos está llevando a estos extremos y cómo podemos darle la vuelta. Es una temática muy compleja que debemos abordar como sociedad”, agregó Dorantes.

Hace unas semanas Excélsior reveló que las directoras Fernanda Valadez y Astrid Rondero fueron extorsionadas y privadas de su libertad por un comando armado cuando estaban filmando Sujo, en Guanajuato.

Ante este hecho y tomando en cuenta que la producción de Correr para vivir tuvo que pedirles permisos a criminales en la Sierra Tarahumara, se le preguntó al director lo que opinaba sobre que los cineastas se están viendo afectados para poder rodar libremente.

“Tienes que ser realista, saber a qué te vas a enfrentar, tratar de llevarlo de la mejor manera posible y estar lo más cubierto posible con instituciones, con el gobierno, con el turismo. La verdad, en nuestro caso hubo encuentros directos, ninguno fue tan perjudicial, ninguno acabó en desastre porque una vez que entiendes el ecosistema social de allá y te das cuenta de que todo mundo coexiste de una manera semipacífica, te permite que, de alguna forma, la sociedad pueda salir adelante. Es una temática muy compleja, yo no me atrevería a analizarla del todo, porque hay que entender que existe, tiene una razón de ser, cubre ciertas necesidades y que es parte de una cultura que todos hemos generado a través de todas estas series que vanaglorian a los grupos delictivos. Cuando los chavos no tienen oportunidades laborales ni profesionales es muy fácil voltear a ese lado, porque hay una provisión de dinero, de trabajo y hay que ser muy cuidadosos a a la hora de realizar un juicio”, reflexionó Dorantes.

Bajo la producción de Pablo Zimbrón y con el apoyo de Cinépolis Distribución, para que la cinta llegue a más de 500 salas, Correr para vivir se centra en la historia de Omero y Capó, dos hermanos rarámuri que se dedican al campo y desean correr maratones, pero que por una serie de situaciones son presionados por narcotraficantes para que distribuyan su mercancía a cambio de que no le pase nada a su familia.

“Definitivamente es una ficción, un thriller de acción, inspirado en hechos reales, no uno en particular, sino en cosas que se saben y se pueden leer en distintos artículos. Es información que está disponible para todo el mundo. No estoy ni abriendo la caja de pandora ni revelando el hilo negro, solamente contando la historia que viví de cerca. Me tocó estar por allá y encontrarme con distintas situaciones y personajes, inclusive llegué a ver a un burrero, ahí cerca del desierto, en la frontera con Estados Unidos. Era un joven tarahumara que estaba escondido. Llevaba unas maletas resguardadas, vi cómo llegó una camioneta a recogerlo y llevárselo a la frontera”, compartió el realizador.

Correr para vivir, cinta que se estrena este 25 de abril en la cartelera comercial, cuenta con el trabajo actoral de Vladimir Rivera, Manuel Cruz Vivas, Osvaldo Sánchez (quien además interpreta el tema Alma negra que se escucha al final de la película), Eligio Meléndez, Mayra Serbuló y Martijn Kuiper. Todos ellos, en palabras del director, fueron los actores ideales para llevar a buen puerto su ópera prima.

El dato

Las tomas aéreas que muestran la majestuosidad de la Sierra Tarahumara fueron posibles gracias al cinefotógrafo Emiliano Villanueva.

Sin revelar lo que sucede al final de Correr para vivir, historia que Dorantes coescribió junto a Fabián Archondo, el director busca dar a la audiencia un poco de esperanza.

“Tal vez sea un poco ingenuo de mi parte, pero creo que al final el bien puede triunfar sobre el mal y somos más los buenos que los malos. Siento que los mexicanos ya estamos cansados de que todo el tiempo nos estén repitiendo ‘qué mal está nuestro país’, que sí es cierto, que sí sucede, pero creo que también estamos cansados de escuchar sólo lo negativo y no oír una propuesta o algo propositivo, entonces, para mí, era muy importante ser realista, objetivo y muy crudo en lo que estoy presentando, pero, también, dar una salida, dejar un sabor de boca no tan agrio y uno de los mensajes de la película más importante es enaltecer el espíritu humano y dejar en evidencia que cuando hay pasión, determinación, fuerza de voluntad y cojones, los sueños son posibles”, remató Archie.

Respecto a la temática de las mulas, el cineasta Clint Eastwood estrenó en 2018 La mula (disponible en la plataforma Max), en la que narra cómo un anciano de 88 años se ve en problemas económicos y para salir del problema acepta transportar sustancias ilícitas para un cártel de narcotraficantes mexicanos.

De la cinta

Estreno en cines: 25 de abril.
Dirige: Gerardo Dorantes .
Actúan: Vladimir Rivera, Manuel Cruz Vivas, Osvaldo Sánchez, Eligio Meléndez, Mayra Serbulo y Martijn Kuiper.
Género: Acción.
País: México.
Año: 2024
Duración: 97 minutos.