La pasión da al mismo tiempo la perseverancia, el único secreto para alcanzar los objetivos.
El Mundial femenino de Nueva Zelanda y Australia que arrancó esta madrugada tiene historias tan increíbles como fantásticas.
Filipinas es una de ellas. Por primera vez, este país formará parte de una Copa del Mundo y entre sus seleccionadas está Reina Bonta, quien pudo ser neurocirujana, pero decidió graduarse en cine en la Universidad de Yale, tuvo éxito con su cortometraje Lahi, ganador del festival filipino de San Diego, es hija del fiscal de California, Rob Bonta, y además, juega para el Santos de Brasil.
“Es la primera vez que la bandera de Filipinas estará presente en un Mundial; masculino o femenino. La primera vez que oiremos el himno nacional en un campo mundialista, es una emoción”, dice con emoción.
Es un privilegio para Reina Bonta y sus compañeras estar en el Mundial femenino y esperar una derrota digna va de la mano de los pronósticos. Esta noche enfrentan a Suiza, un equipo con poder, pero ellas van por otra experiencia de vida.
“Estamos aquí para ganar. Lo estamos enfocando con una mentalidad de campeonas. Vamos partido a partido”.
Para Reina Bonta será hermoso levantar la vista en el estadio y ver a su familia. Confesó que tendrá escalofríos cuando escuche el himno nacional, pero ver a sus padres, hermano y abuelas, será algo inigualable.
“Todos vienen. Me hace mucha ilusión. Creo que será un momento muy especial. Cuando este viaje mundialista termine, mi padre, mi lola (abuela) y yo iremos a Filipinas para ver a familiares allí. Mi lola se está haciendo mayor, así que es el momento”.
Reina Bonta llegó a trabajar para HBO y desde su etapa académica realizó el guion y dirección del cortometraje Lahi, que realza las raíces filipinas.
Cuando todos pensaban que seguiría el camino del cine, Reina Bonta dribló al destino, agarró los zapatos de futbol y salió a dar pelotazos como una gran defensa central.
“Mi padre fue jugador de Yale, la Universidad a la que asistí. En su momento, el futbol fue su sueño. Me parece increíble que, de algún modo, pueda vivirlo a través de mí”. Su abuelo fue un luchador por los derechos humanos, muchas veces junto a Martín Luther King. Su abuela ayudó a los trabajadores agrícolas a sindicalizarse en los años 60 y Reina Bonta quiere hacer su historia.
Filipina de corazón
Aunque nacida en New Haven, Connecticut, Reina Bontas tiene ascendencia filipina y decidió jugar para su país desde que fue seleccionada hace tres años. Dice sentir orgullo de sus raíces.