Ven en aguas tratadas futuro ante la sequía

Ante la crisis hídrica que viven México y el mundo, el agua residual se convierte en un recurso valioso del que puede obtenerse no sólo agua limpia, sino, también, energía y nutrientes para los cultivos.

Así lo consideran instituciones internacionales y especialistas de todo el mundo que llaman a recuperar el líquido residual para destinarlo a la agricultura, principalmente, sector al cual va cerca de 75% del agua potable disponible en nuestro país.

De acuerdo con el informe “Aguas residuales: De residuo a recurso”, del Banco Mundial (BM), 80% de este tipo de líquidos en el mundo se vierte al medio ambiente sin haber recibido un tratamiento adecuado.

En esta época en la que 36% de la población mundial vive en regiones donde el agua es un bien escaso, el tratamiento de las aguas residuales para su reutilización debe ser parte de la solución a los problemas de escasez y contaminación”, considera Jennifer Sara, directora global de la Práctica Global de Agua del BM.

Una vez tratadas, las aguas residuales pueden utilizarse para reemplazar el agua dulce para riego, procesos industriales o fines recreativos. También pueden usarse para mantener el flujo ambiental, y los productos derivados de su tratamiento pueden generar energía y nutrientes”, asevera.

Destinar al campo agua recuperada —bien desinfectada y con nutrientes adicionales— permitiría liberar el alto volumen de líquido que éste requiere, dejando el agua potable para el consumo humano, explica a Excélsior Francisco X. Valdés, ingeniero a cargo de la modernización del Distrito de Riego 001.

Actualmente, el tratamiento no se realiza de la forma adecuada. Tenemos que hacerlo bien y, en vez de mandar el agua tratada a una descarga, la mandas a una recuperación: le metes desinfección avanzada, que es lo que necesitas para la agricultura y, ojo, no le remueves nutrientes, como nitrógeno y fósforo… Un agua bien tratada, bien recuperada y perfectamente desinfectada, es mejor que el agua de pozo para la agricultura”, afirma en entrevista.

El experto coincide con la visión del Banco Mundial: el tratamiento del agua puede tener un doble o triple valor. No sólo ayudaría a que el recurso hídrico de las presas y el que se extrae del subsuelo se garantizara para el consumo humano, sino que el biogás que se produce durante el proceso podría aprovecharse para generar energía, mientras que los lodos ricos en nutrientes que también se separan del líquido se pueden comercializar como fertilizante.

Sin embargo, la implementación de esta propuesta representa un reto financiero y de gestión, ya que, según la oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión, “en México se reportan como tratadas 57% de las aguas residuales colectadas. Sin embargo, más de la mitad de las plantas de tratamiento municipales presentan una calificación de mala a pésima en su funcionamiento”.

UN LITRO USADO DOS VECES

Actualmente, en nuestro país, de cada cuatro litros de agua potable, tres se destinan al campo y uno se reparte entre el abastecimiento público, la industria y la generación de energía, según cifras oficiales.

El tratamiento y la recuperación del líquido permitiría que toda el agua que se emplea en ciudades tenga un doble uso: primero, al ser usada en las urbanizaciones y, después —luego de un procedimiento probado y aplicado ya en países como Israel—, regando los cultivos.

Un agua residual municipal, de cualquier ciudad, incluyendo la Ciudad de México, es en 99.9% agua pura y sólo el 0.1% es carga orgánica, nitrógeno, fósforo, carbono, coliformes y objetos extraños, antibióticos… pero es muy poco lo que tiene de contaminantes. Entonces, con los procesos adecuados, puedes reutilizar esa agua”, explica Francisco X. Valdés, dato que también respalda el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.

Si tú eres un país que tiene mucha agricultura y usas mucha agua (potable) en ésta (como México), y el requerimiento para la agricultura es sensiblemente mayor que el que de uso público urbano, pues ¿por qué no tratas agua para la agricultura y que los productores te liberen el agua potable? Es algo simple, sencillo, hace sentido”, subraya.

El tratamiento de aguas residuales, tomándolas como recurso, en lugar de desecho, es un principio fundamental de la economía circular, “un sistema económico que tiene como objetivo minimizar los residuos y aprovechar al máximo los recursos”, señala al respecto Diego Juan Rodriguez, especialista sénior en Gestión de Recursos Hídricos del BM.

Para el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), promover un mayor tratamiento de aguas residuales, para destinarlas principalmente al sector agropecuario, es una de las medidas urgentes que deben aplicarse en nuestro país.

A esto, se deben sumar acciones como conservar zonas boscosas para captar más lluvia e infiltrar más agua a los acuíferos, no crecer la frontera agrícola y eficientar el uso del agua en el campo, mediante la tecnificación del riego, concluye el ingeniero Francisco X. Valdés.