‘Narco’ recluta hasta a ex marines, reportan justicia de EU y DEA

ZACATECAS, MEXICO A 23 DE FEBRERO DE 2022 ELEMENTOS DEL EJERCITO MEXICANO, REALIZAN EL RESGUARDO Y VIGILANCIA DE LA COMUNIDAD DE PALMAS ALTAS PERTENECIENTE AL MUNICIPIO DE JEREZ , EN DONDE SUS HABITANTES FUERON DESPLAZADOS POR EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA EN ESA REGION. FOTO: JORGE CARBALLO

Angel Dominguez Ramirez Jr. nació en Tamaulipas y se volvió tan estadunidense que le quitó las tildes a su nombre y apellidos latinos, pero no sólo eso: desde su juventud se enlistó en el Cuerpo de Infantería de la Marina norteamericana y fue precisamente ese entrenamiento militar lo que lo hizo un candidato perfecto para formar parte de organizaciones de tráfico de droga mexicanas.

Otros ciudadanos estadunidenses optaron por perfeccionar diversos métodos de intimidación que tanto han desarrollado los cárteles mexicanos, y algunos, incluso, se volvieron narcosoldados implacables que nacieron y crecieron en la propia Unión Americana.

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) creó un ejército para distribuir drogas en ese país, y a quienes recluta les enseña cómo resolver las pugnas al estilo mexicano: amenazas e intentos de asesinatos, venganzas, uniformes falsos de policías, rifles AR-15 escondidos en casas particulares, violentos cobradores de deudas… prácticas que se expanden hasta en pequeñas comunidades de este país.
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Una revisión de MILENIO en los partes policiales del Departamento de Justicia y de la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y en documentos que refieren las acciones de diversas entidades judiciales, se revela que desde el año 2020 el CJNG fue uno de los blancos principales de los fiscales por su capacidad para provocar olas de violencia en estados que antes se caracterizaban por su relativa tranquilidad.

El esfuerzo por parte de los organismos federales fue vasto en los operativos en diversos estados de la Unión, a través de algo llamado Grupo de Acción contra la Droga y el Crimen Organizado (OCDETF por su siglas en inglés) con un enfoque cooperativo federal.

En él, en cuanto al Departamento de Justicia se identifican la multiinstitucional División de Operaciones Especiales, y los fiscales federales de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas; además, la Oficina de Asuntos Internacionales y la Oficina de Aplicación de la Ley de la División Penal.

Las autoridades revelaron en el año 2020 que gracias a un operativo llamado Project Python, desarrollado en unos cuantos meses, habían logrado la captura de 700 personas asociadas al CJNG y a otros grupos criminales.

A través de los reportes públicos se conoce que desde el 2020 la agencia ha reportado la detención y enjuiciamientos de al menos 46 integrantes que trabajaban en Estados Unidos y operaban con las mismas prácticas cruentas de este cártel en México.

El reclutamiento de marines o soldados estadounidenses para trabajar en las filas de los cárteles mexicanos no es un asunto aislado. En 2021 fueron detenidos Jonathan Zarazúa, de 28 años, Emmanuel Oppongagyare, de 22 años, y Ralph Gregory Saint-Jolie, de 19 años. Los tres fueron juzgados por participar en el tráfico de drogas e indocumentados.

De acuerdo con documentos judiciales, Zarazúa confesó que “fue reclutado específicamente porque podía usar su estatus militar para facilitar el cruce de la frontera con narcóticos”.
Poco antes, en 2019, un testigo relató a Telemundo que en los campos de entrenamiento del CJNG hay “navys” y “fuerzas Delta de Estados Unidos”, los cuales son adiestrados para traficar drogas e intimidar a otros cárteles.

Brazo operativo

Según la Fiscalía estadunidense Angel Dominguez, el ex marino desertor, logró establecer su propia organización delictiva llamada El Seguimiento 39, El Seg 39 o Grupo Satélite Elite 39, que si bien trabajó también para otros cárteles mexicanos –el de Sinaloa, por ejemplo– terminó siendo un brazo operativo para el lavado de dinero en favor del CJNG en Estados Unidos.

A grandes rasgos, lo que hizo el tamaulipeco con nacionalidad estadunidense fue que logró transportar droga desde América del Sur hasta ciudades como San Diego, en California. No solo se encargaba de introducir los cargamentos sino que coordinó para el cártel toda una red de transporte, de coordinadores, lavadores de dinero, mensajeros y corredores de suministro de estupefacientes.

Los documentos señalan que Dominguez fue marino de los Estados Unidos y hasta 1994 vivió una vida aparentemente ejemplar. Sólo que justo en ese año su vida dio un vuelco, dado que sus dos hijas murieron en un accidente automovilístico. “Empezó a dedicarse a la vida del narcotráfico en 1998”, relata un informe.