Bella su perrita, motivación para náufrago en altamar

COLIMA. Col.- Luego de 3 meses a la deriva en altamar, Timothy Saddock, el náufrago australiano que fue rescatado el pasado 12 de junio, llegó a tierra firme, alegre y caminando por sí mismo. Acompañado por la tripulación del buque María Delia, el hombre de 54 años se notaba feliz y dijo ser un hombre con suerte al haber sido encontrado en medio del mar.

“Me siento muy bien. Por un tiempo mi salud fue muy mala, la verdad no pensé que sobreviviría, pero ahora me siento realmente bien”, dijo ante varios medios de comunicación que esperaban su llegada al puerto de Manzanillo, en las instalaciones de la empresa atunera a la que pertenece el buque que los rescató.

Timothy Shaddock, zarpó desde Baja California Sur con destino a la Polinesia Francesa ubicada a más de 6 mil 300 kilómetros del territorio mexicano. Sin embargo, las fuertes lluvias de altamar dañaron por completo su embarcación y todos los equipos con los que podía comunicarse.

El buque María Delia estuvo más de 40 días en altamar para pescar cerca de mil toneladas de atún. Un helicóptero que acompaña la embarcación, avistó el catamarán de Timothy lo que permitió el rescate.

“El mal tiempo dañó sobre todo las velas y el mástil de la embarcación de Tim, cuando lo encontraron estaba muy débil, lo tuvieron que cargar para subirlo al barco.”, así narró el suceso Óscar Meza, hijo del capitán del buque.

Pero más allá del estado físico es innegable que la salud mental de Timothy obedece a la compañía de Bella, una perrita mexicana que zarpó a la aventura junto con el australiano.

“Bella es una perrita maravillosa. Definitivamente es otra cosa. Es un animal hermoso, estoy agradecido de que esté viva”, dijo.

Migración regulariza estancia

Luego de ser rescatado el domingo pasado, tras naufragar por 3 meses en el Pacífico, el marinero australiano Timothy Lyndsay Shaddock fue recibido este martes por autoridades del Instituto Nacional de Migración que le extendieron un documento migratorio para regularizar su estancia temporal en México.

A su arribo a las instalaciones migratorias el hombre de 54 años fue atendido por médicos que revisaron su estado de salud y le dieron alimentos antes llevar a cabo la regularización