Con el surgimiento de la pandemia de covid-19, a la par de terremotos, huracanes, erupciones volcánicas, entre otros desastres naturales o provocados por los seres humanos, es normal que a más de uno le haya pasado por la mente el fin de mundo, provocado en su mayoría por las teorías de conspiración.
Todo fin del mundo debe tener un plan B para tratar de sobrevivir, y una opción de ello es un búnker, pero como ya es 2021 no tienen que ser oscuros y reducidos, pues hay opciones que incluso los plantean de lujo.
Es el caso de la compañía Vivos, la compañía que ofrece un espacio en un refugio subterráneo para sobrevivir prácticamente a cualquier catástrofe.
Los bunkers de Vivos no se encuentran tan lejos, pues tienen su sede cerca del área de Black Hills de Dakota del Sur, en Estados Unidos, y tienen planes para expandirse por Europa.
“La Base del Ejército de Black Hills fue construida originalmente por el cuerpo de ingenieros del Ejército como una fortaleza para almacenar bombas y municiones, desde 1942 hasta 1967, cuando la base se retiró por completo.
“Luego, el ejército vendió la propiedad a la ciudad de Edgemont, que a su vez la vendió a los ganaderos locales. Desde 1967, los búnkeres permanecieron vacíos hasta que Vivos compró la propiedad y los reutilizó”, explica la empresa en su página de internet.
De acuerdo a la empresa, cada búnker proporciona suficiente área de piso, con potencial de ático, para acomodar cómodamente de 10 a 24 personas y sus suministros necesarios, durante un año o más, de refugio autónomo sin necesidad de salir al exterior.
Quizá el temor sea el precio, pero de acuerdo de la página, un espacio de este tipo requiere un pago inicial único de 45 mil dólares más un alquiler anual continuo de mil dólares por búnker, aunque el precio puede aumentar de acuerdo a los lujos.
Vivos no es la única opción, también existe The Oppidum, aunque es para personas millonarias y la información sobre sus servicios es limitada.