Un hombre vestido de ninja y armado con una katana atacó a varios soldados de las fuerzas especiales de los Estados Unidos que entrenaban en un aeropuerto de California. Los militares tuvieron que atrincherarse en un hangar para evitar una catástrofe.
Según informó Stars and Stripes, el periódico del Departamento de Defensa norteamericano, el pasado 18 de septiembre a la una de la mañana, un soldado estaba sentado fuera de la oficina de administración de la base aérea de Inyokern, cuando “un hombre vestido completamente de ninja” ingresó al predio ubicado a unos 160 kilómetros de la ciudad de Los Ángeles, y se le acercó de manera sigilosa y comenzó a agredirlo con la espada samurái.
El soldado de las fuerzas especiales huyó del atacante vestido de ninja y se encerró junto a su capitán dentro de la oficina, mientras que el hombre “daba puñetazos a las puertas y a las ventanas” y arrojó una piedra que golpeó de lleno en la cabeza del capitán.
Además, la publicación aseguró que se efectuaron dos llamadas telefónicas para asistir a las víctimas. En las comunicaciones, se reportaron “26 militares de las fuerzas especiales” que entrenaban en el aeropuerto y que “se atrincheraron en un hangar pidiendo ayuda”.
El departamento de policía de Ridgecrest recibió el llamado de auxilio por parte de los soldados y acudió al lugar de los incidentes para intentar detener al intruso. “Los agentes policiales fueron enviados al aeropuerto de Inyokern luego de que se informara de un asalto con un arma mortal. Los efectivos respondieron al llamado y descubrieron que el sospechoso había agredido con una espada a una persona en la escena, y que había lanzado una roca a través de una ventana del galpón, y golpeó a una víctima adicional en la cabeza”, describió la fuerza policial a través de su página de Facebook.
“El sospechoso, identificado como Gino Rivera, de 35 años, se negó a acatar las órdenes y blandió la espada contra las víctimas. Una rondas de proyectiles no letales fueron desplegados pero resultaron inefectivos. Rivera intentó huir y los efectivos desplegaron sus pistolas Taser. El intruso dejó caer la espada y los agentes usaron el control para detener a Rivera”, explicó el departamento de policía de Ridgecrest en la red social.
Los militares lastimados fueron trasladados hacia un hospital local para recibir tratamiento por sus heridas. Mientras que Rivera enfrenta a varios cargos, incluyendo intento de homicidio, agresión con arma mortal y vandalismo, entre otros.