Ciudad Juárez, Chih.- Tras el homicidio de Rodrigo Bueno Anaya en el poblado de Samalayuca, el presidente seccional, Javier Meléndez Cardona, lamentó el hecho y publicó un texto alusivo al ahora difunto.
El texto íntegro:
Había salido a tapar con una lona las cajas de calabacitas que horas antes había cosechado en el campo, con el apoyo de su familia. Sonriente, como siempre y orgulloso de su trabajo.
Nunca imaginó qué tan crueles serían las dagas asesinas que atravesaron su humanidad para arrebatarle la vida, sus esperanzas y sus sueños.
No había derecho. Nunca es legal la suspensión de la vida, menos tratándose de un joven trabajador, buen esposo y padre de una hermosa niña.
Detrás de esas dagas asesinas hay frustración, resentimiento social, odios y seguramente drogas, alcohol y sobretodo, exceso de libertinaje y desadaptacion social.
No puedes asesinar a un ser humano e irte a la cama, como si nada hubiera pasado y acostarte con la camisa todavía teñida de culpa. La sociedad se ha enfermado.
Rodrigo, la última vez que lo vi, siempre sonriente, me ofreció unos refrescos. Hace días, apenas había visto a su niña, en un video, donde dice que ama a su papá. Duele la noticia.
Qué gran dolor para su familia, especialmente para su mamá, quien, con sabiduría, lo encausó en ésto de la agricultura.
Es inevitable llorar. Me asaltan los recuerdos. La vez que me platicó su mamá, que cuando Rodrigo se casó, él le pidió una parte del terreno para realizar su propia siembra – y si me va bien, el próximo año me das más-, le dijo. Ella le contestó, – aunque te vaya mal, te voy a dar más, aquí no se vale rajarse-.
Ese día, cuando fue cobardemente asesinado, él sólo había salido al patio, a tapar con una lona, las calabacitas, producto de ese esfuerzo que su madre le enseñara.
