Villa Ahumada, punto de control del crimen organizado para los migrantes

Ubicado a 230 kilómetros de la capital de Chihuahua, Villa Ahumada es un punto clave controlado por el crimen organizado, quien decide sobre el destino de los migrantes que cruzan por esa zona.

Transportistas que realizan viajes diarios Chihuahua-Juárez y viceversa, aseguraron que tienen la orden y advertencia, por parte de grupos criminales, de no transportar a migrantes.

Carlos, quien diariamente realiza viajes a la frontera, dijo a MILENIO que en meses recientes los grupos delictivos que controlan esa zona les advirtieron sobre no trasladar a ningún migrante o de lo contrario serán levantados.

“Hay compañeros que se les hacia fácil trasladarlos por 3 mil pesos, pero después de que castigaron a unos compañeros, ahora somos muy cuidadosos y no subimos migrantes. Nos tienen advertidos”, índicó.

Tras esta nueva disposición impuesta por los grupos criminales, los choferes de estos viajes express, ahora piden identificación oficial a cada uno de sus pasajeros, a fin de evitar que sean ubicados por los carteles de Villa Ahumada.

De acuerdo con Carlos, desde la caseta de cobro, se encuentran halcones informando sobre quiénes transitan el poblado y si en alguno de los casos los vehículos viajan a alta velocidad, son detenidos y cuestionados por los grupos armados.

En julio pasado, circuló un video en redes sociales, donde se detiene a uno de estos transportistas y como castigo es tableado luego de haber reconocido que tuvo como pasajeros a migrantes.

Cabe señalar, que algunos de los choferes que se hacen llamar Ubers en redes sociales, en ocasiones cruzan por brechas a fin de evitar pagar la cuota de peaje y así obtener una mayor ganancia.

De acuerdo con información proporcionada por estos prestadores de servicios, el viaje para ciudadanos mexicanos cuesta 400 pesos, pero a migrantes que quieren trasladarse a Ciudad Juárez les llega a costar hasta 4 mil pesos.

Este medio de transporte ha sido poco explorado por los migrantes, sin embargo en las últimas semanas se ha corrido la voz y de acuerdo con los choferes algunos llegan con identificaciones falsas del Instituto Nacional Electoral.

“Es por eso que cuando tanteamos que son extranjeros les pedimos que hablen para escuchar su acento. Hemos tenido gente de Brasil, Guatemala, Honduras, venezolanos y hasta algún africano que se acerca con nosotros para que les demos el servicio; vienen mujeres, hombres y niños, más que nada. No los podemos subir porque si nos agarran en la movida desaparecen a todos”, mencionó Carlos.

Eduardo, otro chofer, agregó que aunque no existe un gremio formal para estos prestadores de servicio, los choferes que laboran se conocen y entre todos han impedido que nuevas personas se sumen a trabajar en este negocio, de manera independiente.

“Tenemos nuestros puntos de encuentro y de llegada, cuando algún listo quiere coger pasajeros, lo corremos. No pueden llegar extraños y levantar gente. Los que llevamos tiempo en esto nos conocemos y hemos cerrado el círculo para evitar que esto se descontrole”, agregó.

De acuerdo con los choferes, dicho negocio les deja una ganancia de hasta 10 mil pesos semanales, pues son varias las corridas que tienen, desde las 06:00 horas y la última, a las 18:00 horas.

La manera de publicitarse es por redes sociales y son las agendadoras quienes se contactan con el cliente para confirmar el viaje y el número de pasajeros.

“Procuramos no hacer viajes de madrugada por nuestra propia seguridad, porque nos ha tocado de todo, pasajeros peligrosos, que tal vez no sean migrantes, pero a veces traen en su equipaje cosas que nos ponen en riesgo”, índicó Carlos (Milenio).