*DA MARU LA BENDICIÓN A SUS AMIGUIS MANQUE GRANADOS Y CARLA RIVAS
*HARTO DE LOS BACHONES, CORRAL PIDE AYUDA A DOS EMPISTOLADOS
*ABELARDO HACE CORRER A SUPUESTA SECUAZ DE CYNTHIA CEBALLOS
La mazorca empezó a desgranarse en las dependencias de gobierno, con los que ya tienen la señal para buscar una candidatura a diputado local, federal o senador.
En el caso de los empleados del gobierno estatal, oficializaron su salida tres personajes, lo que dio lugar a su vez a la entrada de otros tres.
De la Secretaría de Desarrollo Económico, salió Manque Granados, mientras de la Secretaria de Desarrollo Humano y Bien Común salió Carla Rivas.
De la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas salió desde antes don Mario Vázquez.
En el orden referido tomaron protesta a su vez: Ulises Alejandro Fernández Gamboa, Irving Rafael Loera Talamantes y Jorge Chánez Peña.
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Dicen que el ex gobernador Javier Corral de plano se hartó de que cualquiera le ande removiendo la mollera y por eso decidió conseguirse un par de guarros.
La idea es que lo protejan de los osados chihuahuenses que muy seguido optan por rallarle la mandarina, lanzarle huevazos o darle sus cachetadas.
Ahora si debe sentirse más protegido, así como en los buenos tiempos del Capi Escamilla.
Sus nuevos guardaespaldas obvio andan armados, para si alguien decide a volverse pasar de la raya.
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El fiscal Anticorrupción del Estado, Abelardo Valenzuela, anda bravote y una de las que corrió fue la ex secretaria del Ayuntamiento del municipio de Nuevo Casas Grandes, Silvia Ivón Hernández Parra, de quien se dice ya huyó rumbo a los USA.
A la que fue su patrona, la alcaldesa Cynthia Ceballos, cabe recordar que la atoraron y la encarcelaron, pero se supo que no iría sola, sino que se sabe andan sobre los huesos de sus presuntos cómplices, en cuya lista se encontraría doña Silvia Ivón.
En pocas palabras puso sus barbas en remojo y mejor peló gallo, al parecer rumbo a Pohenix, Arizona.
Abelardo señaló que gestionaría una ficha roja para que la Interpol la tuerza y la traiga del mero greñero, por convertirse en prófuga de la justicia.