DESENTUERTOS: GRANDULÓN ÁVILA TOMA RIENDAS DE LA POLI

*CUCHILEA PICHÚ A CHOLOS CONTRA AGUILAR

*FALTA VER SI AMLO QUIERE  ENGORDARLE CALDO A CORRAL

Raúl Ávila Ibarra tomó protesta ayer por la tarde en Cabildo, donde los regidores votaron por unanimidad por él.

Recordaron al chaparrito Ricardo Realivázquez y comentaron que trabajó bien el compa, pero hace falta más que eso, porque los homicidios siguen y el peligro se mantiene para los juarenses que salen a las calles todos los días.

Así que le dieron su voto de confianza al grandulón venido de la Policía Federal.

Votaron rápido, en secreto y las 21 boletas se contabilizaron a su favor. 20 regidores y el presidente.

Así que salió de la presidencia convertido en el nuevo macizo de la policía municipal.

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A decir del diputado Gustavo De la Rosa Hickerson, el que debe andar preocupado es su compañero del Partido del Trabajo (PT), Rubén Aguilar, tras el exabrupto de decirle “pinchi cholo de Juárez”.

Según el tío del super delegado federal, Juan Carlos Loera de la Rosa, el dueño del PT ofendió a los cholos, así que debería preocuparse.

Tal vez se refirió a que podrían darle unas cachetadas guajoloteras, unos bachones o patearle la posadera.

Sin duda no fue considerada una amenaza a don Rubén, sino que por su perfil  derecho humanista, De la Rosa Hickerson, quiso enfatizar que discriminó a los cholos y eso ya cala, porque estos no son ciudadanos de segunda.

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A ver si es cierto que con la despedida de dos funcionarios federales, ahora si caerá el prófugo de la justicia César Duarte.

Eran el encargado de Asuntos Internacionales, Eduardo Ibarrola, y el agregado de la FGR en la embajada de México en Estados Unidos, Guillermo Fonseca, quienes supuestamente frenaron de forma deliberada la extradición del ex gobernador de Chihuahua, por instrucciones de Alberto Elías Beltrán.

Finalmente los susodichos eran funcionarios de segunda o tercera, como para que se les pueda responsabilizar de frenar un proceso tan importante.

Persiste la duda de que el presidente López Obrador le vaya a entregar a César Duarte en charola de plata al gobernador Javier Corral.

Evidentemente Corral no es santo de devoción de AMLO, como para engordarle el caldo y que lo catapulte políticamente.