*PÉREZ CUÉLLAR SÍ TUVO LA CORTESÍA CON LOERA
*SE QUEDARON EN CAMINO VALENCIA Y VILLEGAS BARAY
*DE CONSERVADORA A LIBERAL
*DICEN QUE EMPEZARÁN CON MARÍA ÁVILA Y LUEGO…
Juan Carlos Loera de la Rosa dice que confía en el papel del IEE, pero que de todas formas lo va a tener en la mira.
Aseguró en su registro ante dicho órgano electoral, que van a cubrir las 3 mil 208 secciones electorales existentes en el estado de Chihuahua, para “salvaguardar la democracia del estado de Chihuahua”.
O sea que amagó al IEE, realmente dudando del papel que va a desempeñar en el proceso. Siguió el estilito de su patrón AMLO.
Al registro como candidato de la alianza Morena-PT-PNACH, acudieron personajes locales clave, pero de México no vinieron a darle el espaldarazo ni Mario Delgado ni menos Ricardo Monreal.
De acá del rancho sí estuvieron la senadora Bertha Caraveo, el profesor Martín Chaparro, presidente estatal de Morena; Rubén Aguilar, líder del PT; así como Eduardo Rodríguez, presidente del PNACH.
Asimismo, como lo prometió: el candidato a la alcaldía de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar. Además, Armando Cabada, presidente municipal con licencia de Ciudad Juárez, quien se supone irá por una diputación por Morena.
Loera no acudió al registro de Pérez Cuéllar, pero éste último sí tuvo la cortesía.
Hasta Gabriel Flores Viramontes, El Mangas, anduvo ahí.
Por otra parte, sin necesidad de haber estado ahí, acudió el ex contrincante de Loera, Rafael Espino.
De Chilangolandia estuvo el delegado de Morena para Chihuahua, el senador José Enríquez Herrera.
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En el reparto de Morena a nivel local, dos de los que de plano no pintaron por ningún lado, fueron Víctor Valencia Jr. y Edgar Villegas Baray.
El primero es hijo del difunto del mismo nombre.
Valencia estuvo comprometido con el proyecto independiente de Armando Cabada y se esperaba que le fueran a dar jugada, por el compromiso posterior precisamente del alcalde con licencia, con Morena, pero finalmente no pegó chicle.
En el caso de Villegas Baray, cabe recordar que fue quien entregó constancia de mayoría en la elección del 2018, a Javier González Mocken, pero luego tras la impugnación y resultar ganador Cabada, tuvo que revirar y entregar la constancia a éste último.
Así que siempre se le acusó de actuar de forma facciosa a favor de Morena, y al buscar la candidatura por dicho partido, de alguna manera quedó comprobado.
Pero no salió postulado para candidatura a diputación local y menos seguramente para diputación federal.
Así que si alguien le calentó la cabeza y lo hizo creer en el canto de las sirenas, lo engañó vilmente.
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La que sí fue una sorpresa mayor, como lo dijimos anteriormente, fue María Antonieta Pérez Reyes, quien será candidata a diputada en el Distrito Local 10.
Ella tuvo toda una trayectoria en el PAN, donde incluso fue candidata a la presidencia municipal.
Después se apostó con el proyecto independiente de Armando Cabada, pero al final tronó, cuando estaba de directora de Desarrollo Social.
Se dijo entonces, que quiso ser candidata a la presidencia por la vía independiente, aunque también fue candidata a diputada “independiente”.
Todo mundo sabía que tronó con Cabada, porque ya no fue incluida en la nómina a partir del 2018.
De alguna manera estaba se supone en la mecedora, pero alguien la rescató y la puso en órbita otra vez. Probablemente fue Juan Carlos Loera de la Rosa.
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Corrió el run run de que esta semana sí lograrán imputar por lo menos María Ávila, por el caso de la “nómina secreta”.
Los reflectores estarán puestos en los juzgados federales, a ver si le cargan las pulgas a la susodicha.
Rodrigo de la Rosa y Maru Campos podrían librarla un poco más de tiempo, pero se dice que van a empezar por la dueña del Partido Verde.
Es una auténtica telenovela.
