*¿PUES QUÉ QUIEREN LAS CORCHOLATAS EN JUÁREZ?
*EMPIEZA A CRECER PLEITO ENTRE CRUZ Y SUS EX AMIGOS PANISTAS
*LE TIRAN PITAZO A MARU SOBRE SILLA DE LA TORTURA
El señor canciller Marcelo Ebrard vendrá a Juárez pero no a dar la cara por el incendio que dejó 40 migrantes muertos, sino para promover su imagen buscando que le den su voto los juarenses.
Igualito a Adán Augusto López, que nomás atinó a irse a la zona Centro pero ni por asomo se dio la vuelta a la estación migratoria donde ocurrió la tragedia el pasado 27 de marzo, siendo que ambos tuvieron responsabilidad en la operación del inmueble, por ser tema que les correspondía.
Así que no queda que anden diciendo que la 4T les da apoyo a los migrantes, si lo que han hecho las corcholatas es hacerse guajes respecto a la gran tragedia.
Mal se vio Claudia Sheinbaum al colgarse del tema de las boyas y el alambre de púas, cuando AMLO se ha quitado la responsabilidad así a las peluchis.
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Lo que empezó como un pleito local entre Cruz Pérez Cuellar y el secretario de Obras Públicas del Estado, Mario Vázquez, parece que va escalando.
La cosa es que el proceso electoral del 2024 avanza rápidamente y los que traen interés político no dejan pasar la oportunidad de tratar de figurar.
En ese sentido algunos diputados panistas han aprovechado para írsele a la yugular al alcalde de Juárez Cruz Pérez Cuéllar.
Se han lanzado acusaciones desde ambos bandos, donde lo último que les dijo el presidente es que se la han pasado dormidos los legisladores, como para que ahora vengan a decir que el Municipio no hace nada en materia de cobertura de baches.
Hasta el presidente estatal del PAN tiró pedradones, al igual que Óscar Ibáñez.
A éste último le tocó el mote de porro.
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Quién sabe cómo le hizo, pero ya supo la gobernadora cuál era la silla preferida de Francisco González, donde ponía a sus víctimas para torturarlas.
Se levantó temprano Maru Campos para darse la vuelta a la Casa de Gobierno, directo al sótano, donde señaló la pieza donde supuestamente el ex fiscal de Derechos Humanos realizaba sus profundos interrogatorios y amenazas, tipo mafia de Al Capone.
Alguien le tuvo que para el pitazo a la gober, para que supiera exactamente cuál era la silla maldita.
