La Familia Michoacana ataca con drones a comunidad El Caracol; desplazan a pobladores

En Guerrero, el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello solicitó a los tres niveles de gobierno que se atienda a los habitantes de El Caracol, que se encuentran desplazados en la cabecera municipal de Heliodoro Castillo, ya que los días 2, 3 y 8 de mayo de mayo pasado fueron atacados con artefactos explosivos lanzados desde drones, presuntamente operados por La Familia Michoacana.

El centro Minerva Bellos emitió un comunicado este domingo 14 de mayo, en el que lanza el exhorto correspondiente a los tres niveles de gobierno para que se atienda un problema que deriva de la operación de grupos del crimen organizado en la Sierra.

El organismo no gubernamental refiere que los habitantes de El Caracol se encuentran en condición de desplazamiento forzado interno, a consecuencia de la violencia provocada por grupos ilegales armados que están violentando gravemente la comunidad.

Recuerda que este poblado ya había sido victimizado en 1987, cuando se le reubicó por la puesta en marcha de una central hidroeléctrica operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Durante la pandemia por covid se suspendieron las clases en sus escuelas, el centro de salud carece de personal para brindar atención a la población, ya que el personal se niega a acudir a brindar el servicio por temor a ser víctimas de la violencia que se vive en la zona.

Más aún, los habitantes refieren que hace aproximadamente siete meses, un grupo de hombres armados, al parecer integrantes de La Familia Michoacana, amenazó a la comunidad, diciendo que no querían ver a nadie de las orillas del río o que se atendrían a las consecuencias.

Con dicha advertencia impiden salir a la población al municipio de Apaxtla de Castrejón para realizar sus compras.

A quienes han hecho caso omiso a esta amenaza les han golpeado y quitado sus pertenencias, sembrando con ello un ambiente de pánico en la comunidad.

Los ataques con drones en El Caracol

El Centro Minerva Bello denuncia que el pasado 2 de mayo, aproximadamente a las 18:00 horas, pobladores de El Caracol se percataron que había drones sobrevolando su comunidad, pero no les hicieron nada.

Para el día siguiente, nuevamente advirtieron la presencia de los drones, pero en esta ocasión fueron lanzadas seis bombas, lo que motivó que la población saliera de manera inmediata buscando proteger la vida de mujeres y niños.

El 8 de mayo, a pesar de ya encontrarse desplazados, la comunidad fue atacada nuevamente con los drones, que lanzaron 11 bombas en contra de la población masculina que se mantuvo en la comunidad.

En el documento se anota que desde el 3 de mayo, casi la mitad de la población se encuentra desplazada de manera forzada.

El párroco y la comunidad de Tlacotepec le han dado atención humanitaria a los niños y mujeres desplazados, pero lo que se les aporta es insuficiente.

Destacan que más de la mitad de las personas desplazadas presentan problemas de salud, como diarreas, tos, gripa, fiebre, dolor de cuerpo, dolor de cabeza y crisis nerviosas.

Bajo dicha circunstancia, el Centro Minerva Bello hizo el llamado las autoridades para que se restablezca la seguridad en su comunidad y poder retornar a sus hogares.