Modifica Amlo ley para pedir en préstamo bienes como el Penacho de Moctezuma

El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió el “decreto por el que se adiciona el artículo 37 ter al Reglamento de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”, con el que se podrán traer temporalmente al país bienes considerados monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, como el Penacho de Moctezuma.

El decreto fue publicado en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación del jueves. En la publicación se detalla en qué consiste el artículo 37 ter.

“Artículo 37 ter.- La Secretaría de Cultura, previo acuerdo con el Presidente de la República y con la opinión favorable de la Secretaría de Relaciones Exteriores, podrá celebrar Acuerdos Interinstitucionales con órganos gubernamentales extranjeros u organizaciones o instituciones internacionales que tengan por objeto el traslado temporal, al territorio nacional, de bienes muebles que, de conformidad con la Ley y el presente Reglamento, se consideren o pudieran declararse como monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, con fines de estudio o exhibición pública en el país. Dicho traslado temporal deberá llevarse a cabo de conformidad con los instrumentos y disposiciones jurídicas aplicables en la materia”, señala el DOF.

La publicación del decreto se da después de la gira que Beatriz Gutiérrez Müller hizo por Europa, en la que pidió en préstamo piezas arqueológicas y códices, que pretenden ser exhibidos en 2021 con motivo del Bicentenario de la Independencia y los 500 años de la caída de Tenochtitlan.

La gira de Gutiérrez Müller fue del 4 al 15 de octubre y tuvo un costo de 364 mil pesos. Estuvo en Francia, Italia, El Vaticano y Austria.

En Italia solicitó en préstamo el Códice Florentino, que está en la Biblioteca Medicea Laurenziana, y el Códice Cospi o Bologna, que está en la Universidad de Bolonia.

En su paso por Austria, Beatriz Gutiérrez Müller se reunió con el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, informó el Presidente, y dijo que le recomendó a su esposa “que insistiera en el penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible, dado que se lo han apropiado por completo, al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano”.

Después de la gira de Gutiérrez Müller por Europa, el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, dijo que el Vaticano no podría prestar los códices, porque se trata de monumentos históricos y las leyes actuales impedirían a México regresar esas piezas.

“Algunos juristas me han señalado que a México no se le puede prestar nada, porque la ley de México impide regresar las cosas que se prestan, porque son Monumentos Históricos entonces no se pueden regresar al país (en el que estaban los objetos). Eso sería un regalo, no un préstamo. Habrá que clarificar un poco, para ver cómo están las leyes, si se cambian, pero por el momento parece que las leyes impiden que se pueda hacer un préstamo”, declaró Coppola el 24 de octubre, durante su estancia en Xalapa, Veracruz.

Ahora la situación es diferente, porque se ha modificado la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Sin embargo, el arqueólogo Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor, lamentó el cambio a la ley.

“¡Muy lamentable legitimación! Ahora sí ya podemos traer ‘prestado’ a México el patrimonio arqueológico del cual fuimos despojados en el pasado. Aunque luego deberemos regresarlo a las potencias coloniales que nos lo arrebataron. ¿Todo por un festejo?”, cuestionó López Luján.

En un segundo mensaje a través de su cuenta de Twitter, el arqueólogo dijo que “como Nación libre y soberana, sacrificamos toda dignidad por un mezquino y coyuntural interés político. ¿No pensamos en las consecuencias de una decisión así a mediano y largo plazo? ¿Y los convenios internacionales firmados con la UNESCO? ¿Dónde están las autoridades del INAH?”.

Agregó que la modificación a la ley fue “Una decisión individual y de improviso, de múltiples y dramáticas implicaciones para nuestro patrimonio cultural, sin consultas a especialistas, foros, ni debates, como se hacían las cosas antaño, a lo que siempre nos opusimos”.

Fuente: El Universal