Perfiles falsos en Facebook, amistades peligrosas en la web, rumores de amoríos de alto nivel y una alianza con el cártel de las drogas más viejo de México eran los pesados rasgos de la vida de Denisse Ahumada Martínez, la ahora ex regidora de Reynosa, Tamaulipas, que fue detenida el pasado 10 de junio por traficar 42 kilos de cocaína.
Un personaje que parece extraído de una serie sobre narcos.
Lo que se sabe de ella es preocupante: que siendo regidora de una ciudad atenazada por los cárteles de las drogas, manejó su camioneta blanca Mazda hacia la frontera norte, atravesó el puente internacional Hidalgo y en un punto de revisión de la ciudad de Falfurrias, Texas, fue detenida con paquetes de droga escondidos en oquedades en las puertas. Peor: admitió frente a un juez en la texana McAllen que esa no era la primera vez que transportaba cocaína.
A pesar de la evidencia, cinco días después un juez desestimó los cargos en su contra, pero el sueño de libertad se desvaneció pronto, pues este viernes fue reaprehendida y acusada del delito de posesión de una sustancia controlada.
En Estados Unidos quieren comprobar que Denisse Ahumada era funcionaria pública de lunes a viernes y presunta mula del Cártel del Golfo durante los fines de semana.
Pero lo que no se sabe es aún más alarmante: ¿cuál de todas las identidades de esa mujer de 34 años es la correcta? Porque en redes sociales, al menos, se le conocen tres nombres o alias. Cada una tiene una personalidad particular y una faceta oculta.
La buena, la buchona y la diva
Por un lado, la ahora ex regidora contaba con un perfil de Facebook “oficial” como Denisse Ahumada Martínez. En él mostraba, al principio, su vida como ciudadana común y, después, sus actividades como funcionaria. Se mostraba cálida, cercana a la gente y con una intensa vida familiar. Pero sucedió que horas después de su detención, ese perfil fue eliminado, ya no es posible visitarlo.
Un segundo perfil de Facebook muestra una faceta radicalmente distinta: ahora se llama “Essined Montalvo” —Essined es Denisse al revés— e hizo publicaciones a la vista de todos hasta septiembre de 2021. La foto de perfil coincide con ella, pero la afable personalidad ya no. La mayoría de sus publicaciones alardean sobre la envidia y los celos que cosecha a su paso con imágenes “buchonas”, es decir, el estilo de vida de lujo que añoran las mujeres en el crimen organizado.
“Sigan investigando y preguntando sobre mi vida, gracias por ser mis fans e indagar tanto en qué es lo que hago, digo, publico”, tecleó en ese perfil. “A y les dejo tarea para que se entretengan e investiguen más, todos tenemos más de 2 fb. Saludos y Dios los bendiga”. [sic]
Entre sus amigos en esa red social hay varios hombres que publican imágenes alusivas a cárteles de narcotráfico, líneas de cocaína, armas y en general la vida fugaz en el crimen organizado. Ellos son los que suelen dar likes a las publicaciones de Essined.
Ahí no termina el misterio porque hay una tercera identidad. El medio local Circo Urbano republicó una entrevista que le hizo el año pasado a la hoy acusada de tráfico de drogas, en la que la confronta por otra identidad oculta en la web: además de Denisse y Essined también se hacía llamar “Mónica Robles”, nombre de un personaje de la serie El Señor de los Cielos, y su alter ego supuestamente refinado que muestra joyas de oro y frases de superación personal. La ex regidora confirmó sus múltiples caras en la red sociodigital.
“La cuestión ahí de las redes sociales es porque tuve problemas de seguridad; de hecho, hoy por la mañana todavía tuve problemas de seguridad”, dijo, de nuevo, sin explicar cómo es que tres personalidades la protegían de supuestas amenazas.
Sueldazo sin experiencia
Otro misterio es la ruta que siguió esa mujer sin experiencia en el servicio público para aterrizar en una oficina con sueldo de 42 mil pesos mensuales con cargo al erario.
Hasta hace dos años, Denisse Ahumada sólo había tenido tres trabajos, según su currículum: jefa de ventas en una pequeña purificadora de agua, supervisora de compras en una manufacturera de piezas metálicas y coordinadora de importación y exportación de una agencia aduanal con 10 oficinas en México… y una en Texas, donde fue arrestada.
Una respuesta del salto laboral hacia la administración pública la tiene la asociación civil Periodistas del Noreste, que el 27 de noviembre de 2022 publicó en Facebook que Denisse Ahumada llegó en 2021 al cargo de regidora gracias a un atajo y a un truco: primero, un novio que la ayudó a colocarse y, segundo, el ocultamiento de su presunta residencia fuera de Reynosa.
Los reporteros locales tienen su versión: “Denisse Ahumada es regidora plurinominal. Nadie la eligió para ese puesto, llegó al cargo porque el partido en el que se infiltró gracias a que su pareja sentimental en 2021 era el coordinador del Partido Verde, la incluyó en la planilla electoral falsificando documentos de residencia con la esperanza de lograr un jugoso sueldo y sustanciosas concesiones para vivir cómodamente del erario durante tres años”.
Una vez que llegó al cargo, se destaparon hechos peculiares; por ejemplo, su rápida renuncia al partido que la postuló y su súbita alianza con Luis Cantú, El Cachorro, líder estatal en Acción Nacional, instituto que la desconoció como militante apenas se conoció su arresto en Estados Unidos.
Conexiones entre funcionarios y narcos
La historia de Denisse es el episodio más reciente de la narcopolítica en la fronteriza Reynosa, bastión del Cártel del Golfo donde pelean las escisiones conocidas como Los Metros, Los Escorpiones y Los Ciclones.
Los tres brazos armados se disputan rutas de drogas hacia la Unión Americana y los cinco puentes internacionales por donde se mueve la droga que presuntas mulas, como Denisse Ahumada Martínez, llevan en vehículo hasta McAllen.
La conexión entre política y crimen organizado no es nueva en Reynosa. Entre 2005 y 2007, cuando el exgobernador tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca era alcalde de ese municipio, el Cártel del Golfo solía presentarse con permisos municipales a plazas públicas para regalar juguetes a niñas y niños cada 30 de abril, según cables desclasificados de la agencia antidrogas estadunidense, DEA.
Desde entonces, se rumora que quienes ganan elecciones en aquel municipio fronterizo lo deben hacer con el permiso de la empresa criminal que alguna vez lideró Osiel Cárdenas Guillén: todos los alcaldes electos desde 2005 —desde Cabeza de Vaca hasta el actual Carlos Víctor Peña Ortiz— han sido señalados por autoridades extranjeras, nacionales o mantas del crimen organizado por sus presuntos vínculos oscuros.
Incluso, este 14 de junio, el alcalde de Reynosa confirmó en una conferencia de prensa que durante el primer año de su administración municipal realizó un examen antidoping a síndicos y regidores, y que varios dieron positivo. Esos servidores públicos —a quienes llamó “adictos”— son ajenos a Morena, dijo el alcalde, quien aseguró que posteriormente daría a conocer sus nombres.
Reporteros locales que hablaron con MILENIO a cambio del anonimato aseguraron que en esa lista de regidores usuarios de drogas está, precisamente, la ex funcionaria egresada de la carrera de Relaciones Internacionales que pasó de tener una oficina en la presidencia municipal de Reynosa a dormir en una celda fuera de su país esperando una sentencia de hasta 20 años en prisión.
Cuando sepa cuál será su destino, la única duda que le quedará es cómo desearía ser llamada: ¿Denisse Ahumada Martínez, Essined Montalvo o Mónica Robles?