Un origen sorprendente: así nació el villancico más global

"Waking up the old mare" chromolithograph (1881) published by Currier & Ives (1813–1888)

Uno de los villancicos más populares que existen es el ’Jingle Bells’ (en español suele cantarse como ‘Navidad, Navidad, dulce Navidad…’), pero, originalmente, nada tuvo que ver su composición con el periodo navideño.

Su creador fue James Lord Pierpont, un estadounidense, hijo y hermano de reverendos, que tras varios fracasados negocios (en la América profunda de la fiebre del oro) finalmente decidió dedicarse a componer canciones para espectáculos teatrales y familiares.

En 1857, cuando contaba con 55 años de edad, Pierpont compuso una canción de pegadizo estribillo, la cual estaba dedicada a las carreras de trineos tirados por caballos que eran unos eventos muy populares a mediados del siglo XIX en algunas poblaciones de Estados Unidos durante los meses de invierno.

La mencionada canción llevaba por título ‘The One Horse Open Sleigh’ y vendría a traducirse como ‘Un caballo tirando del trineo’. Dicha composición había sido realizada por encargo para ser cantada durante la celebración del día de Acción de Gracias de aquel mismo año (último jueves de noviembre).

La canción hablaba del trotar de un caballo tirando de un trineo por la nieve, mientras sonaban unos cascabeles cuando el animal galopaba.

Pero en un principio el tema pasó sin pena ni gloria, hasta que un par de años después (1859) apareció una versión renovada de la canción a la que le habían hecho algunos arreglos en el estribillo y que habían re-titulado como ‘Jingle Bells, or the One Horse Open Sleigh’ (Cascabeles o Un caballo tirando del trineo). Se desconoce quién pudo ser el autor de estos arreglos (algunas fuentes indican que podría haber sido el propio James Lord Pierpont) pero lo que sí se sabe es que se convirtió en todo un éxito a partir de entonces.

La nueva versión propició para que se convirtiera en una canción navideña y con los años ha pasado a ser uno de los villancicos más populares de esta época.

La primera constancia que existe de este villancico en una grabación es de 1889, año en el que se grabó en un cilindro de fonógrafo (el primer método de grabación y reproducción de sonido inventado por Thomas Edison en 1877).