Walter Gassire: Renegué de Dios y él me dio vida

Antes de la pandemia era común verlo caminar por las calles de Toluca junto a su inseparable perro, todas las tardes el uruguayo Walter Gassire recorría cuantas avenidas fueran posibles, platicaba con la gente que se topaba a su paso, posaba para las fotos y repartía autógrafos. Es un ídolo de la ciudad y no es para menos, fue campeón de Liga con los Diablos Rojos en la temporada de 1974-1975 y por muchos años el dueño del arco escarlata.

En la capital mexiquense vivió sus mejores pasajes deportivos y personales, por eso se quedó a vivir en la ciudad, donde ha pasado de todo, incluyendo lo menos bueno, como hoy que un confinamiento social le impide su acostumbrada rutina de paseo vespertino, pero hace años también en este suelo superó el partido más complicado de su vida: un tumor cerebral.

Gassire Osorio lo recuerda como si hubiera sido ayer, fue el momento más triste que le tocó pasar en su carrera deportiva y personal, una enfermedad que lo llevó al límite, pero que también le ayudó a crecer en todos los aspectos.

Fue en 1980, concentrado con los Diablos en Zacatepec para un partido, cuando notó que su visión estaba mal, fue el primer aviso que le dio su cuerpo. “Me preguntaron la hora y no supe decirles, sabía que en la cena había cóctel de frutas, pero no sabía con qué se comía, había perdido mucha noción de lo que hacía, me vino una convulsión, ya no pude jugar”, recuerda.

El club le pidió ir a Houston, en Estados Unidos, para hacerse exámenes, se negó; entonces, el médico Ricardo Barrera lo llevó con el neurocirujano Javier Verdura, al Hospital Inglés de la Ciudad de México, quien le confirmó el tumor y hasta un porcentaje de vida para ese momento.

“Le dije no quiero que me mientas, quiero que me digas la verdad, tengo un tumor y quiero saber qué porcentaje de vida tengo para poder realizar lo que tenga que realizar, me contestó haz de cuenta que vas en un avión, 50 por ciento de que vas a llegar y 50 por ciento que se va a caer”.

QUIÉN TE CREES…

El diagnóstico estaba claro y el procedimiento también, tenían que intervenirlo quirúrgicamente, entonces el portero rojo tenía muchas preguntas, dudas y hasta reclamos, pues no concebía lo que estaba viviendo.

“La vida se ve de otra manera, porque el tener la posibilidad de volver a vivir te da cosas que te hacen superar como ser humano, hay cosas que realmente en esos momentos no se olvida de gente que me ayudó, cuando renegué contra Dios y al final me dio vida”, recordó Gassire.

Y añadió: “Me acuerdo que el presidente del club, Jesús Fernández, que tuvo cáncer en la garganta, ‘quién eres tú que no te puede dar nada, no te puede dar un tumor, nada, por qué a otros si y a ti no’, eso me abrió los ojos y lo reflexioné, tenía toda la razón, me ayudo a crecer como personas y encarar de diferente manera todo”.

SI ES MALIGNO, NO ME DESPIERTES

Tras días de reflexión llegó el momento de la operación, ahí el portero charrúa solo tuvo una petición al médico Javier Verdura: “Lo único que te voy a pedir es que si es (tumor) maligno, me dejes ahí, déjame desangrar o lo que sea, no me despiertes, déjame morir tranquilo”.

Por fortuna el tumor fue separado con éxito y no influyó en su desempeño deportivo, pero sí le dejó una gran lección de vida. “Me dijo ‘todo salió bien, si quieres te firmo que en un mes vuelves a jugar’, le dije ‘no, sólo déjame vivir, eso es lo imperante, que jugar ni que nada’, al mes y siete días volví a jugar. Fue un momento muy difícil, muy triste, pero la pasamos, la superamos y gracias a Dios todavía aquí ando”.

TODO UN CHORICERO

Uruguayo de nacimiento, pero choricero por convicción y amor, Walter Gassire tiene decidido nunca más moverse de esta tierra, en Toluca fue campeón, disfrutó y vio crecer a su familia, y es ahí donde quiere estar por siempre.

“Mi decisión, después de haber sido campeón, fue la de quedarme en una ciudad que me abrió los brazos, me cobijó en todo momento y hasta ahora me siguen queriendo, estoy cómodo, a gusto, después de 46 años sigo aquí muy contento, feliz y esperando que pase esto para seguir con la vida que siempre he llevado acá, esa ha sido mi vida y seguro terminará acá cuando Dios lo disponga”.

LA HISTORIA SE RESPETA

Walter Gassire es parte de esa historia que hoy tiene a Toluca como el tercer equipo más ganador del futbol mexicano, por eso, lamenta y le entristece el ayuno de título que vive el club, una década sin trofeos que en mucho se debe a la baja calidad de jugadores que han pasado recientemente por la institución.

“La historia del Toluca comenzó en 1917 y no se puede tirar a la basura así nada más, los jugadores que vengan, extranjeros o nacionales, deben dar lo mejor, el dinero que ganan deben desquitarlo muy bien. Últimamente han pasado muchos jugadores que no han demostrado esa calidad para estar en un equipo grande como el Toluca” (Milenio).