*HACEN MANCUERNA EFECTIVA SÁENZ Y BAZÁN
*LA OUIJA FRAUDULENTA QUE USARON FUERZAS FEDERALES
Mientras en Juárez y otros rumbos del estado la inseguridad azota con furia, el gobernador continúa con sus futilidades.
Algunos juarenses por ejemplo, claman porque las autoridades prevengan y persigan a encapuchados que últimamente hay cometido “housejackings” masivos en el suroriente.
Pero no, ni una promesa han recibido, ni palabra de apoyo por lo menos.
No obstante, Javier Corral mostró su complacencia con el show de un payaso, el payaso Brozo.
“La irónica, punzante y meridiana claridad de @brozoxmiswebs. No tiene desperdicio!”, escribió quien lleva los destinos de los chihuahuenses.
En el video, Brozo fustigó seriamente al ex presidente Enrique Peña Nieto, al cual catalogó como enemigo y “mejor villano”, lo cual pareció halagar sobremanera al gobernador.
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Los que parecen no estar halagados con la nula actividad en Chihuahua, son los legisladores del PES y del PRI, respectivamente, Marisela Sáenz y Omar Bazán.
Critican los diputados locales, que el titular del Poder Ejecutivo en la entidad, se la pasa fuera del estado, haciendo shows mediáticos, con costo al erario público de los chihuahuenses, porque ni modo que no haga gastos de muchos miles de pesos cada vez que se avienta a sus viajes, con toda una caravana atrás de él fumándose sus ocurrencias.
Hasta candil de la casa y oscuridad de su casa le han reiterado a Corral en esta y otras ocasiones.
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A propósito de los robos con violencia extrema cometidos en fraccionamientos del suroriente de la ciudad, recientemente, cabe preguntarse si los policías federales y soldados recién llegados para un operativo conjunto, podrán inhibir esos delitos.
La cosa es que no tienen fama ninguno de los dos cuerpos, de destacarse por las unidades de inteligencia.
Hace unos años, cuando se libró aquella feroz batalla, a los juarenses les doraron la píldora, en el sentido de que un artefacto tipo ouija, era el que les lanzaba la señal divina de dónde estaba escondida la droga y las armas dependiendo pa’ dónde apuntara.
Finalmente se rebeló que dicho artefacto fue un completo fraude, pero las intervenciones que hicieron dichas fuerzas federales a decenas o centenares de domicilios en Juárez, con las consecuentes violaciones a derechos humanos, fueron muy reales y no se sabe que hayan castigado a los que usaron esa supuesta justificación para irrumpir.
Le llamaban a la antenita payasa: detector molecular ADE651 y GT200.