Papelerías buscan salvarse… pero no con venta de útiles

En 1983 los papás de Juan Carlos Malagón fundaron Servi Útil, un negocio familiar de papelería que hoy, como muchas otras empresas del sector, enfrenta las afectaciones de una temporada de clases híbrida, resultado de la pandemia de covid-19.

“El día 11 de abril del año pasado, vino el Invea y nos dijo que teníamos que cerrar, no con multa, pero no éramos negocio esencial para ellos”, dijo el empresario en entrevista con MILENIO.

A más de un año, la situación para las papelerías aún es incierta, lo que las ha llevado a buscar alternativas para sobrevivir a las afectaciones económicas.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Fabricantes de Artículos Escolares y de Oficinas (Anfaeo), antes de la pandemia existían 120 mil unidades de negocio que vendían útiles escolares (incluidas papelerías tradicionales, de cadena y tiendas de mercancía general con venta de estos artículos); al momento, entre 20 y 25 mil han cerrado por las afectaciones a la industria.

Según el organismo, muchas de ellas todavía se encuentran en riesgo de cierre, toda vez que la temporada escolar —que tradicionalmente iniciaba en julio— representa 70 por ciento de sus ventas anuales.

“En promedio la pequeña papelería tiene 43 metros cuadrados y cuando no es temporada escolar, pierden 70 por ciento de sus ventas y tienen dos opciones, cierran o buscan alternativas de negocio, una que en ese momento funcione”, dijo a MILENIO Diego Céspedes, presidente de la Anfaeo.

Agregó que cuando pudieron abrir tras el cierre por la pandemia, buscaron diversificar sus negocios en servicios y gama de productos a todo lo que pudieran: servicios de café internet, paquetería, venta de artículos no relacionados con papelería y el comercio electrónico ha sido parte de estas incursiones.

En septiembre del año pasado Mercado Libre lanzó sus Agencias de Paquetes, una red de locales comerciales donde se reciben paquetes vendidos en la plataforma y se dejan en estos puntos.

Hoy la propuesta cuenta con dos modalidades: drop off, que son los paquetes que los vendedores de la plataforma dejan para que este los recoja para entrega, y pick up, productos que deja la compañía en los pequeños negocios y donde los clientes pueden recoger, dependiendo de su cercanía a los mismos.

De esta forma, Mercado Libre asegura una entrega rápida; los negocios por su parte, han visto una alternativa de ingreso ante la crisis generada por la pandemia.

“Nosotros empezamos el 17 de septiembre, porque vino una persona a finales de julio del año pasado, nos invitó a participar en esto. Empezamos con muy poquitos paquetes, el primer día recibimos 8 o 9 paquetes, el segundo empezamos con 200 y pico y de ahí para adelante nos hemos seguido: hasta ahorita ha sido una muy buena relación”, dijo Malagón.

Dentro del proyecto de agencias de paquetes, Mercado Libre se alió con la empresa brasileña de logística Kangu, que ayuda a gestionar la vertiente y localiza a los negocios que pueden formar parte de la red de distribución.

Al momento, la plataforma de comercio en línea no ha reportado el número de unidades con las que trabaja; sin embargo, de acuerdo con su página de internet, en estos casos proliferan negocios de papelería, café internet, copias e impresiones, y algunos otros giros, como venta de cosméticos, lavanderías, entre otros. A ellos, el marketplace paga un precio fijo por paquete.

“Estoy seguro que esto va a ser en un futuro más fuerte que la papelería; creo que tal vez solo sea paquetería y no papelería, de plano. Por ahora ha sido bueno aunque no suficiente; no tanto como fue nuestro negocio hace unos años cuando las ventas estaban bien”, aclaró Malagón.

Solicitan ayuda

De acuerdo con Céspedes, la industria se ha reunido con autoridades para hablar sobre sus necesidades, la principal es que se les considere como un sector esencial y atacar la venta ilegal de productos; además buscan que el propio gobierno no les compita.

“Por los fines que tú quieras, regalan útiles escolares físicos, cuando hay entidades como Ciudad de México que en lugar de regalar útiles, dan vales para comprarlos. El efecto es el mismo, pero el vale se puede canjear, así se ayuda al niño, a la industria y al gobierno establecido”, expuso el presidente de la Anfaeo.

La situación no sólo afectó a los micronegocios, pues la falta de demanda también se vio en las cadenas como Office Max y Office Depot. De acuerdo con la investigadora de mercados Euromonitor International, en 2020 el valor de dicho mercado fue de mil 34 millones de dólares, lo que representa una variación negativa de 9.6 por ciento en comparación con 2015.

“No creo que desaparezcan porque el sector de útiles escolares es noble y en México hay mucho que hacer en temas de educación; habrá quien cambie de giro, pero lo lógico es pensar que una papelería que descubrió un nicho nuevo, lo aproveche, no lo abandone, pero tampoco deje el inicial. Pero si hubiera otro cierre o temporada sin escuela presencial, muchas pueden cerrar”, indicó Céspedes.