Angélica es una mujer que asegura fue robada cuando era bebé y ahora está buscando a su familia biológica, pues menciona posiblemente fue sustraída de su domicilio en la colonia Roma de la Ciudad de México.
“Nací en 1977, aparentemente en febrero en la Ciudad de México. Soy hija adoptada. Ahora que he estado haciendo investigaciones sobre este tema, descubro que la persona que me ofreció me robó de una casa a la que al parecer se metieron y yo estaba ahí y me robaron”.
Mediante un video compartido en TikTok, Angélica dijo que ha hecho algunas investigaciones que la han llevado a saber que fue ofrecida a su familia adoptiva, y años más tarde se enteraron de un supuesto robo.
“Esto sucedió al parecer en la colonia Roma, en la ciudad de México. Me cuentan que me tenían en unas condiciones terribles, estaba muy sucia”.
https://www.tiktok.com/@buscandoamifamilia/video/7260574981782916358?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_id=7206185107547571718
Por ello, Angélica pidió a todos los usuarios de la red social apoyarla en la búsqueda de su familia, pues dijo “seguramente siguen buscándome”
“Acudo a ustedes para que me ayuden a ser viral esta historia y si a alguien le suena, si a alguien le robaron una niña, pues que se contacten conmigo, es mi derecho saber la verdad de todo lo que ha pasado”, planteó.
Tres mil pesos
A sus 44 años, descubrió que su adopción no siguió un proceso legal. Su vida cambió cuando una amiga de su familia le contó que la sustrajeron de su casa cuando tenía solo un año y la vendieron por tres mil pesos a criminales.
“Van a mi domicilio a conocerme, me tenía en unas condiciones insalubres, estaba toda sucia, envuelta solo en trapos y pues mis papás adoptivos llegaron a un trato con ellos. Que le dan tres mil pesos a este señor”.
Su familia, con la cual ya no tiene contacto, le reveló que su madre biológica era extranjera y la dio en adopción al no poder llevarla de regreso a Alemania.
“Yo me entero muy pequeña, tendría alrededor de ocho años cuando tengo conocimiento de que soy hija adoptada. Lastimosamente me enteré de mala manera, porque yo me encuentro por unos papeles que tenía mi mamá guardados”.
La amiga que le reveló la verdad fue la intermediaria entre sus padres adoptivos y los hombres que la robaron, aunque en ese momento no sabía que había un crimen detrás de la adopción. Fue años después cuando uno de ellos lo confesó.
“Su yerno conocía a uno de estos señores y uno de ellos le confiesa a él, “no es cierto, no hay mamá extranjera, fulano y yo nos metimos a una casa a robar”, fue una confesión que ellos hicieron”.
Pide el apoyo de las autoridades de la Ciudad de México por la desaparición de una niña en 1978.
“Es un tema muy fuerte, muy doloroso para mí, y que hay una familia que muy posiblemente me buscó”.
