*CIERRAN PASO A CHÁVEZ Y LUJÁN; SE ABRE NICHO PARA LOERA, CRUZ Y BONILLA
*AY CRIATURITA MARCELO
*TETO ES UNA MÁQUINA ELECTORAL
Alguna intención trae la iniciativa de reforma electoral en el estado de Chihuahua, que pretende que haya alternancia en el 2027 y que en lugar de dejar abierta la posibilidad para hombres o mujeres, se dé una alternancia en materia de género, al postular solamente a varones para gubernatura y ya después ir cambiando.
La idea según los impulsores, es que no sea una mujer la sucesora para esta próxima.
Ni en el PAN ni en el PRI traen gallas fuertes para el 2027, pero en Morena si traen algunas, así que se entiende que se pretende cerrarles el paso.
En pocas palabras, se busca frenarle el avance a Andrea Chávez y a Luisa María Alcalde Luján.
Se ve que muchos en Morena se sentirían agraviados por la propuesta, pero otros no tanto. Los seguidores de Juan Carlos Loera o de Cruz Pérez Cuéllar estarían encantados con la iniciativa.
En contraparte, la gobernadora Maru Campos estaría feliz con conseguir la aprobación, porque el objetivo es que impulse a Marco Bonilla a como dé lugar.
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Teto Murguía no se dará por vencido nunca.
Pese a su edad, suspira por un tercer periodo como alcalde de Juárez.
Continúa con su intensa campaña en redes.
Lo último que presumió fueron tres obras magnas:
Estación de Bomberos, Parque Extremo y Plaza de la X.
Con esos poderosos argumentos busca posicionarse rumbo al 2024.
No ha dicho por cuál partido o si se irá por la vía independiente.
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Seguramente Marcelo Ebrard sería el más competitivo de los candidatos de Morena, al menos de las tres corcholatas principales para la Presidencia.
Así que de dejarlo fuera, como sería la intención de AMLO, es dejarlo en condición de ser el candidato de la Oposición.
Así que ese respaldo de los antichairos, le da fortaleza para tratar de hacer presión y solicitar que se dé a conocer la metodología que se aplicará en las supuestas encuestas planeadas para definir candidato.
Obviamente las encuestas son puro show y es nomás para disfrazar el dedazo del presidente. Pero Ebrard lo sabe y patear el panal es nada más para provocar.
