Padres deben tomar rol activo y vigilar a sus gamers, consideran

En los últimos meses ha crecido en México la preocupación acerca del acceso de niños y adolescentes a videojuegos no aptos para ellos, sobre todo aquellos relacionados con géneros como disparos, battle royale o guerra, y una forma para evitarlo es que los padres de familia pongan atención en la clasificación de los títulos que le compran a sus hijos.

En octubre del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer el caso de unos jóvenes que fueron contactados por el crimen organizado a través de un videojuego en línea y, derivado de esto, lanzó un decálogo para garantizar la seguridad cuando se juega en internet.

¿Y las ventas digitales?

La clasificación mexicana únicamente aplica para las ventas físicas, ya que la compra de videojuegos en plataformas digitales no se ve impactada. Sin embargo, ésta sigue rigiéndose por la clasificación de Estados Unidos para saber qué tipo de contenido tiene, detalló Fernando Esquivel, director de investigación de mercado en The Competitive Intelligence Unit.

A lo que se añade que plataformas de streaming de videojuegos, como Google Stadia o Xbox, tienen controles parentales con los que se puede restringir el contenido en función de dicha clasificación, aunque puede ser vulnerada por los menores, y más si los padres no están atentos a qué compran y con quién juegan en internet.

El director de investigación de mercado en The CIU consideró que los padres deben tomar un rol activo y estar pendientes, en lugar de “satanizar” una industria y establecer regulaciones duras.

Dicha iniciativa se suma que próximamente se lanzará una campaña para informar a la población sobre los riesgos de los videojuegos, ya sea por la adicción a éstos o como medio de reclutamiento de grupos delictivos.

Aunque quizá la propuesta más radical proviene de Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que pidió a senadores de Morena apoyar una propuesta para tipificar la venta a niños de títulos que realicen apología a la violencia y el delito o tengan contenido sobre consumo de drogas.

Para Esquivel dicha propuesta es única en su tipo porque ningún otro país ha establecido algo similar.

En países de alto juego como Japón o EU no hay una regulación parecida, porque tienen una clasificación muy cuidada y dejan a los padres de familia el criterio para saber si se los compran o no. No hay algo tan exagerado”, aseguró.

Quizá China es el único país que ha tomado medidas más fuertes, pero sin criminalizar la comercialización de los videojuegos, ya que ha hecho que los servidores limiten a tres horas de juego.