*REGRESAN LOS FEDERALES ECHANDO BALA Y ASESINANDO
*¿VA GOBERNADORA CONTRA SUS AMIGOS?
*TRATAN CRUZ Y MARU DE EVITAR UN TOPÓN
El operativo Unidos por Juárez rindió los primeros resultados inversos, al ser asesinado un civil por parte de la Guardia Nacional y ser reportados los disparos que hicieron elementos de esa misma corporación, para amedrentar a migrantes.
Se supone que se reforzó la presencia de soldados del Ejército Mexicano y de la GN, para combate al delito de homicidio relacionado al crimen organizado y narcomenudeo, pero lo que se está viendo es que los de esa corporación andan con los ánimos muy caldeados.
Andan estresados o de plano son abusones a la máxima potencia.
No se puede alegar que no saben enfrentar situaciones de tensión, porque para eso se les prepara.
Siempre el miedo de los juarenses fue que los federales regresaran a extorsionar y lastimar a los ciudadanos y hoy parece que la pesadilla regresó pero peor. Echando bala, asesinando.
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Como lo advertimos en Desentuertos, la luna de miel entre la gobernadora Maru Campos y el alcalde de Juárez no podía ser eterna, porque por más compitas que fueran, al final de cuentas son de dos partidos distintos y los tiempos electorales que se avecinan iban a terminar por contrapuntearlos.
Las acusaciones entre ambos niveles de gobierno han continuado y ahora la gobernadora de plano salió con que a las pruebas se remite para demostrar que su gobierno realiza una gran tarea de inversión en obras públicas en Juárez.
La vez pasada dijo que le están haciendo la tarea al alcalde.
Cruz Pérez Cuéllar si algo tiene es que es aguerrido y uno de los que han conocido de su arrojo es precisamente Javier Corral. No hay que olvidar que Cruz fue el que le decía en su cara vulgar huevón.
A diferencia de la gobernadora, que fue humillada en varias ocasiones por el nefasto personaje y ella aguantó con el rostro sometido y la vista casi clavada en el piso. Hoy quiere erguirse pero contra sus amigos.
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Y precisamente esta nueva realidad en la relación de Maru-Cruz, quedó de manifiesto, cuando trataron de no coincidir en la visita que hizo el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
Se andaban como escabullendo. Nomás faltó que el diplomático mandara llamar a ambos y los obligara a darse la mano como buenos hermanitos.
La cuestión es que sí deberían de coordinarse y cooperar en las tareas que les corresponda a cada uno, en bien de los gobernados.
